
Mientras un sector del PRO intenta un acercamiento con Javier Milei, el larretismo amplia su horizonte hacia otros sectores del radicalismo. Qué conversaron Larreta y Manes.
El martes pasado, Horacio Rodríguez Larreta contactó a Facundo Manes y le propuso reunirse de manera privada, Manes aceptó y lo invitó a su casa en Juncal y Cerrito. En una charla de 40 minutos, hablaron sobre el futuro del país, acercaron posiciones y hubo algún pase de factura. El jefe de gobierno no perdió oportunidad en remarcarle que no le cayó bien la foto que se sacó Manes en la Vendimia junto a Patricia Bullrich. Aunque desde el larretismo cree que esa foto de los radicales con Patricia Bullrich no fue un apoyo a su candidatura, sino un ataque a Morales.
Desde ambos equipos de campaña comentaron que el encuentro fue bueno. Aunque Manes sigue firme con su candidatura presidencial, comienzan a tenderse puentes. Pudieron resolver viejos recelos que habían quedado de la campaña presidencial 2021. Manes elogió la decisión de «Horacio» de desdoblar las elecciones porteñas en dos urnas, pero en la misma fecha y hubo coincidencias políticas.
Por otro lado, también Diego Santilli mantiene una buena relación con Manes desde que compartieron boleta en 2021. Se reúnen seguido, en privado y sin fotos.
Después de la reunión, hubo un acto conjunto que se dio este lunes entre Diego Valenzuela -uno de los intendentes del PRO más cercano a Larreta- y Manes. Con este gesto se entiende que hay buena sintonía.
Fue una charla abierta en 3 de Febrero con la excusa de la presentación del libro de Manes «Decir Presente, hacer futuro«. Entre ellos tienen una buena relación de larga data por sus formaciones e historias políticas similares. Antes se reunieron y estuvieron conversando más de una hora sobre el futuro del país y de la provincia. Aunque los dos dirigentes niegan que el acto esté relacionado con la reunión de Manes y Larreta, se supo que Larreta estaba enterado he incentivó el encuentro.
Dentro del Larretismo insisten en que hay que ampliar las buenas relaciones, sobretodo desde que Mauricio Macri se mostró molesto con Horacio por el desdoblamiento de las elecciones porteñas. Es por eso que el jefe de gobierno comenzó a reavivar el trato con dirigentes del radicalismo.
Desde el larretismo comprenden que hoy no se puede prescindir de Manes si se busca captar al electorado moderado y afirman: «Es el radical con más votos. Sacó 1.300.000 y tiene más votos que los tres gobernadores juntos«. Lo plantean en contraposición a Gerardo Morales, que no crece en las encuestas.
Aunque Manes se alejó de la escena mediática a fin de año y recién empezó a recorrer el país hace un mes, su entorno asegura que su crecimiento en las encuestas es sostenido. Esta información es lo que atrae a Larreta y por eso muestra interés en él, según afirman desde el sector de Manes. Hasta ahora toda la relación con el radicalismo venía de la mano de Martín Lousteau y Gerardo Morales (presidente del partido).
Los que militan la candidatura de Manes son críticos de Morales: «Lleva al radicalismo a un desastre: «No puede ser gobernador, presidente del partido y candidato. Facundo es el radical que más votos tiene, mide 8 veces más que Morales. Por eso todos quieren acercarse a él. Nosotros estamos en nuestra sintonía. Somos los que más queremos que el radicalismo tenga autonomía».
Siguiendo el camino de alianza con más radicalistas, hace días, Larreta viajó a Mendoza a mostrar su apoyo a Alfredo Cornejo como candidato a gobernador. Omar de Marchi era el armador del larretismo en el interior, pero decidió abandonar Juntos por el Cambio de Mendoza y presentarse por su cuenta. «Por mejor relación que tenga Horacio con De Marchi, si se fue de la coalición, apoya al candidato oficial. Y ese es Cornejo», explican allegados a Larreta.
El sector más aperturista del larretismo cree que es importante «ampliar la interlocución con el sector mayoritario de la provincia». Y hoy ese voto mayoritario es el sector de Manes, que tiene en las sombras también al presidente del partido en la Provincia, Maximiliano Abad, y a Daniel Salvador, exvicegobernador durante la gestión de María Eugenia Vidal.