
En el partido hay una división entre bullrichistas y macristas y luego de la creación del bloque PRO Libertad, hay quienes buscan quitarle el sello amarillo.
Hay una fractura profunda que divide al PRO en la provincia de Buenos Aires y que se materializó con la división del espacio en la Cámara de Diputados bonaerense para dar lugar a una fuerza aliada con el Gobierno nacional de La Libertad Avanza (LLA) que encabeza la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich: PRO Libertad.
En la Cámara Baja, fueron cinco los legisladores bullrichistas que se separaron de la bancada que conduce Agustín Forchieri, que responde a Diego Santilli: Florencia Retamoso (presidente de bloque), Fernando Compagnoni, Sofía Pomponio, Oriana Colugnatti y Abigail Gómez,
La semana pasada, la senadora bonaerense, Daniela Reich, titular del espacio amarillo en la provincia y promotora de fusionarse con los libertarios, también había presentado su renuncia como autoridad del Senado bonaerense en medio de fuertes críticas en su contra debido al movimiento parlamentario y su participación, así como de su esposo e intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela y otros dirigentes del partido amarillo, que destapó una fuerte interna que derivó en una renuncia masiva de consejeros en el distrito.

En ese marco, luego de la la Asamblea que declaró acéfala la conducción del partido, liderada por el excandidato a gobernador bonaerense y exintendente de Lanús, Néstor Grindetti, se dio paso a la Junta Electoral, presidida por Gabino Tapia -que responde a Jorge Macri-, para armar un cronograma que finalice en la elección de nuevas autoridades.
El 25 de junio se abrirá el plazo para presentar listas y el domingo 4 de agosto se realizará la elección de autoridades del PRO en la provincia, el objetivo que tiene Cristian Ritondo (con Mauricio Macri apoyándolo y tejiendo estrategias) para tener la lapicera a la hora de decidir las listas en las elecciones legislativas del 2025.
Pero todavía quedan dos cosas pendientes de resolución en el espacio fundado por Macri: por un lado, la decisión de los que responden al exmandatario y actual presidente del PRO de tratar de impedir el uso de la sigla o el sello a los que decidieron formar el bloque PRO Libertad. Incluso, no descartan que vayan a recurrir por la vía judicial para lograrlo.

El otro punto de conflicto en la Cámara de Diputados de la provincia y que deteriora aún más las relaciones es la representación del PRO en el Consejo de la Magistratura. Uno de los asientos principales fue otorgado a Fernando Compagnoni como parte de un antiguo pacto de la alianza Juntos, que también se «reveló» en el partido.
Legisladores del bloque santillista dicen que «no puede permanecer allí, debe renunciar como lo hizo Reich en el Senado». Y es más: amenazan con llevar el tema al recinto si es necesario. Mientras tanto, buscan formas de forzar su renuncia, algo que también preocupa a ex aliados y partidarios.
No obstante, a la espera de una resolución al problema, el sector del partido que no quiere fusión con La Libertad Avanza tiene en la mira otro de los asientos ocupados por el PRO en territorio bonaerense: el del directorio del Banco Provincia. Los miembros del partido amarillo lograron ubicar en 2022 allí a Santiago Nardelli, un negociador en la Sexta Sección Electoral que cuenta con un mandato extendido en la institución debido a un acuerdo entre el oficialismo y la oposición el año pasado.
La interna en el PRO continúa y Macri quiere ir a fondo. Lo mismo Bullrich. Las diferencias entre los dos parecen, en el corto plazo, casi irreconciliables, aunque los dos estén de acuerdo con el «cambio profundo». Esta interna se trata de poder dentro del espacio amarillo que, luego de las elecciones del año pasado en las que no pudo acceder al ballotage, empezó a reconstruirse. Algunos quieren «autonomía» e «identidad» como dijo el expresidente, otros quieren unirse a las «fuerzas del cielo» de Javier Milei.