
Se reunieron la semana pasada y si bien aún no hay definiciones, todo indica que el ex presidente de la Cámara de Diputados será parte de la principal mesa de campaña del actual jefe porteño.
Los largos y eficientes tentáculos del pulpo Horacio Rodríguez Larreta siguen absorbiendo capital político para su carrera hacia el 2023. Luego de haber sido el máximo ganador de las elecciones de medio término (las lista de JxC tuvieron sus candidatos y la oposición ganó en Nación y provincia) el Jefe porteño ya trabaja para terminar de configurar lo que será su campaña presidencial.
Despacio, sin romper nada, Larreta sigue. Y como un pulpo gigante con tentáculos de importantes longitudes intenta abrazar a todo el arco opositor y juntar adhesiones que le allanen el camino para ser EL elegido en Juntos por el Cambio.
Bajo esa premisa, Larreta se reunió con el electo diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, Emilio Monzó. Fue el martes de la semana pasada, en las sombras de los apagones que se provocaron en el AMBA. Allí rubricaron un acuerdo de palabra para que el ex presidente de la Cámara de Diputados trabaje en el equipo de campaña del alcalde porteño en su proyecto presidencial.
No hay definiciones pero en su última reunión se acordaron varios ítems y solo falta un golpe de horno más para que el acuerdo político se termine de completar. En la mesa de definiciones proselitistas del 2023 estarían Diego Santilli, Jorge Macri y Cristian Ritondo. Monzó estaría dispuesto a trabajar con ellos. Pero reclama el mismo protagonismo y participación en la toma de decisiones.
A estos nombres se le podrían sumar Federico Di Benedetto, que fue clave en la campaña de Santilli, y Edgardo Cenzón, que integró el equipo chico de Macri en la campaña presidencial. Apellidos casi desconocidos para la esfera pública pero indispensables para Larreta.
EL REBELDE MONZÓ
Paradojas del destino: Monzó enfrentó al candidato de Larreta en la provincia de Buenos, Diego Santilli, cuando se coló en la lista radical de Facundo Manes.
Pero no es allí donde radica el poder simbólico de sumar a alguien como el ex intendente de Carlos Tejedor. Monzó fue la antítesis del ala dura de Mauricio Macri durante su gobierno, encabezada por Marcos Peña y Jaime Durán Barba.
Fue en 2019 cuando ambos sectores se enfrentaron. El entonces presidente de la Cámara baja reclamaba, junto a Rogelio Frigerio, ampliar las bases de la coalición y buscar consensos políticos en otras fuerzas ante la hecatombe económica que sufría el Gobierno del ingeniero. Peña y Durán Barba pregonaban por la misma receta que triunfó en 2015: focus group y macrismo verticalista. Ganó esta última postura. Y también ganó el peronismo.
Ergo: para Larreta sumar a Monzó es diferenciarse de Mauricio Macri, algo que su equipo considera más que necesario.
EL CABALLO GANADOR
Larreta encabeza las encuestas dentro de Juntos por el Cambio, donde no faltan candidatos. Pero sabe que es un maratón y no una carrera corta. En el PRO, detrás de Larreta se anota Patricia Bullrich y no se descarta a María Eugenia Vidal. ¿Macri? Este interrogante desvela a más de uno. Varios aseguran que el fundador del partido amarillo está con sed de revancha. Sin embargo, en una entrevista el fin de semana con el periodista Fontevecchia, Horacio lanzó: «Macri dice que no quiere ser candidato en 2023, ¿por qué no le voy a creer?».
En la vereda del frente, dentro del barrio (¿country?) opositor, se alistan algunos radicales como Gerardo Morales, que ya dio fuertes señales de que va por la candidatura, y, en segundo plano, mantienen sus intenciones Martín Lousteau, Facundo Manes y Alfredo Cornejo.
Sin especular, Larreta ya afina su maquinaria electoral. Y en modo pulpo intenta absorber a todos los que pueda para su proyecto del 2023. Emilio Monzó será uno de ellos.