El apoderado del partido, Eduardo López, le envió una carta el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán. El encuentro entre Cristina y Axel, cuándo podría reunirse con Quintela y el contexto económico complicado para afrontar elecciones.
En medio de la interna del peronismo entre La Cámpora y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, el Partido Justicialista (PJ) a nivel nacional le solicitó al vicejefe de Gabinete del Ministerio del Interior, Lisandro Catalán, 6.000 urnas para llevar a cabo las elecciones internas del próximo 17 de noviembre que tiene como candidatos a Cristina Fernández de Kirchner y Ricardo Quintela.
La carta dirigida a Catalán y firmada por el apoderado del partido, Eduardo López Wesselhoefft, solicita «la entrega de seis mil urnas» y detalla que «motiva el presente la circunstancia de haberse convocado a elecciones internas, para la renovación de autoridades nacionales de la agrupación política».
Por otro lado, la carta sostiene que «cabe señalar que se encuentran habilitados a sufragar 3.123.256 afiliados de los 24 distritos nacionales que conforman un distrito único».
El cierre de listas está pautado para el próximo sábado 19 de octubre. Por ahora, no se produjo ningún encuentro entre la expresidente y el actual gobernador de La Rioja, que avisó que no tiene pensado bajarse a pesar de que Cristina se mostró «dispuesta» a asumir al frente del partido peronista. Si no existe una mediación, habrá internas para que los tres millones de afiliados elijan al nuevo presidente.
La solicitud de las cajas en las que deben depositarse los votos es una formalidad de cara a las elecciones, pero que el pedido se haya realizado es porque todavía está lejos de resolverse la interna o llegar a una lista de unidad. Cristina y Quintela podrían encontrarse en una reunión entre jueves y viernes, aunque el riojano, que tiene el guiño implícito de Kicillof, primero quiere tener los avales correspondientes y su armado de la lista en condiciones para poder negociar.
En las últimas horas, a la espera de ese encuentro, los apoderados de la ex jefe de Estado pidieron la reserva de nombre: la lista se llamará «Primero La Patria», el color será celeste y blanco y llevará el número 2. Anabel Fernández Sagasti, Teresa García y Gustavo Arrieta avanzaron con las formalidades mientras se espera el contacto con el riojano.
CFK se reunió en secreto y mano a mano con el gobernador este miércoles en su departamento del barrio porteño de Recoleta. A pesar de que fuentes cercanas al gobernador expresaron que esa reunión no existió, lo cierto es que otras, cercanas a la expresidente, confirmaron que fue un encuentro de más de tres horas en el que dialogaron sobre todo lo que ocurre en el movimiento peronista, entre otras cuestiones políticas.
En paralelo al cruce de versiones por la reunión, la mesa política que rodea a Kicillof avanza con el acto por el Día de la Lealtad que se hará este jueves en Berisso, en el llamado kilómetro cero del peronismo. En clave interna, el acto será para empoderar al gobernador bonaerense aunque en el tren de versiones que corrieron este martes también asomó la posibilidad de que la expresidente participe de la jornada. Si eso sucediera, la unidad de gran parte del peronismo estaría garantizada.
En el marco de la interna, tampoco se descarta que se pueda posponer las elecciones ya que las autoridades actuales tienen mandato hasta el 30 de marzo. Si bien Alberto Fernández renunció a la presidencia, el Consejo Nacional y demás autoridades siguen funcionando.
El contexto económico complicado para las elecciones
Amén de las diferencias internas que sacuden al histórico espacio político, los dirigentes saben que hay un contexto económico complicado para el PJ. Por eso, algunas fuentes señalan que es «imposible» hacer una elección por el «gasto millonario» que implica las movilizaciones e impresión de boletas, entre otros gastos.
En esa línea, un intendente sostuvo que «una de las cuestiones que da la pauta que plantear una interna en este momento es una locura en este momento es que el partido no tiene plata ni para pagar la luz, por lo tanto es casi imposible que pueda hacer una elección, que cuesta millones».
«Es un gasto millonario el despliegue y el repliegue de urnas, a lo que hay que sumarle la impresión de boletas y los gastos del día del comicio, hoy el partido no cuenta con ese dinero», expresó un dirigente que conoce de cerca la realidad del Consejo Nacional del Partido Justicialista.