La cuarentena produjo una baja en los delitos durante su inicio. Pero de a poco la tasa empieza a aumentar de nuevo y genera preocupación en los intendentes. Desde el viernes se reforzaron con gendarmes y prefectos a los municipios de la Tercera sección. Esta semana continúan con algunos de la Primera sección. Este martes llegaron policías federales a Tres de Febrero.
Desde el 19 de marzo, la salud y la economía son las dos principales ocupaciones de los gobernantes. Incluso se creó un dilema sobre estos dos puntos y se debate cómo atender a uno sin descuidar del otro.
Y si bien la economía aparece como la primera preocupación de los dirigentes en la pospandemia, de a poco empieza a resurgir con más fuerza el problema de la inseguridad.
Los intendentes del conurbano coinciden que el delito se “planchó” en el inicio de la cuarentena, pero de a poco los niveles de inseguridad vuelven a subir, con casos emblemáticos y mediatizados como el del jubilado de Quilmes.
En los primeros seis meses del año, producto del aislamiento obligatorio, la tasa de delitos en Provincia disminuyó entre un 20 y un 30 por ciento respecto del mismo período del año pasado. Pero a medida que la cuarentena se flexibilizó en los últimos meses, la inseguridad volvió a crecer.
Los reclamos de los intendentes no solo llegan de municipios opositores, sino también peronistas. Y la forma de trabajo del ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, levanta los humos en opositores y oficialistas.
Tal es asi que el kirchnerista Mario Secco, de Ensenada, tuvo que desmentir “trompadas” con Berni. “Somos dos compañeros que tenemos temperamento. Estamos pidiendo que el Gobernador y el Presidente hagan una inversión en Seguridad como hicieron en Salud. El reclamo es que nos limaron durante el Gobierno María Eugenia Vidal. Les pedí que me ayudaran porque estamos con la lengua afuera. Ensenada no tiene patrulleros provinciales, son todos comprados por la municipalidad”, dijo.
Desde Tres de Febrero, Diego Valenzuela (Juntos por el Cambio), también se mostró “preocupado por los problemas de la seguridad. La tasa de delitos volvió a los niveles anteriores a los que había antes de que se dispusiera la cuarentena y la violencia está en aumento. Queremos que el gobernador Axel Kicillof nos comuniqué cuál es el proyecto de seguridad, ya pasaron siete meses desde que asumió en el cargo», sostuvo.
Desde este distrito elevaron una queja porque Seguridad bonaerense le retiró diez nuevos móviles policiales que la gestión de Cristián Ritondo había entregado a ese distrito.
Su par de Escobar, Ariel Sujarchuk (Frente de Todos), planteó que el delito es menor al que había en diciembre de 2019 pero aclaró que “la virulencia del delito es mayor”. El jefe de Gabinete de Lanús, Diego Kravetz (Juntos por el Cambio), coincidió en que “hubo un crecimiento importante de la tasa de delitos y las modalidades más violentas están subiendo”.
Por otro lado, y más allá de las críticas de Kravetz, otro dirigente opositor de la provincia de Buenos Aires, como el intendente de Vicente López, Jorge Macri, afirmó ayer que le “preocupa mucho la falta de sincronización” entre la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, y su par bonaerense, Sergio Berni, y consideró que la “tensión” entre ambos es “inaceptable”.
Desde el viernes pasado el gobierno nacional empezó a enviar efectivos de Gendarmería y Prefectura a municipios de la tercera sección, como Almirante Brown, Avellaneda, Esteban Echeverría, La Matanza, Florencio Varela, Lomas de Zamora, Moreno y Quilmes, todos ellos gobernados por el oficialismo. Lo mismo ocurrió con Lanús a partir de esta semana.
El plan será continuar reforzando los distritos de la primera sección con efectivos de las fuerza federales. Por ejemplo, este martes se concretó la llegada de miembros de la Policía Federal a Tres de Febrero.