Un repartidor advirtió al personal del establecimiento por un caño metálico que emergía entre las baldosas de una vereda. El lugar se encuentra en San Isidro.
Un repartidor evitó un robo millonario luego de que descubriera un túnel de tres metros creado para llegar a una sucursal del Banco Macro en San Isidro. El hombre alertó al personal del establecimiento por una varilla que emergía entre los adoquines de la calle.
En uno de los videos del hecho, se observó al repartidor que se encontraba dentro de una camioneta, de la que descendió luego de que advirtiera unos golpes. Después, cuando había bajado, volvió a percatarse del golpe de la varilla. El lugar se encuentra ubicado sobre la calle Chacabuco 444.
En tanto, luego avanzó con el vehículo y la varilla quedó sobresaliendo. Por su parte, una joven que observó el hecho relató en C5N: «Estaba en una peluquería enfrente y con el peluquero vimos que salió un fierro de abajo de los adoquines».
«En chiste mi peluquero dijo ‘¿será esto como el robo del siglo?’ Vimos que empezó a circular gente, que empezó a venir la Policía. Ahí empezó toda la movida, fue todo muy raro», agregó en diálogo con el periodista Alejandro Moreyra.
El túnel, que fue encontrado este jueves, está revestido con madera, cuenta con ventilación y luz eléctrica y termina casi en la puerta del banco Macro. La investigación se inició cuando, en la mañana del miércoles, un conductor estacionado escuchó un ruido en el chasis de su vehículo y comprobó que se debía a una varilla metálica que emergió entre los adoquines de la calle.
La fiscalía ordenó entonces la excavación que dio con el túnel y ubicó el inicio del la excacvación en un galpón a unos 200 metros del banco, donde se encontró una gran cantidad de tierra removida y máquinas de extracción, aunque aún no se pudo localizar a los potenciales delincuentes.
El «robo del siglo» que no fue: así era el túnel hecho para robar otro banco en San Isidro
El hallazgo, por casualidad, de un delivery desbarató un intento de robo a una sucursal del banco Macro en San Isidro y terminó con el descubrimiento de un túnel. La estructura de madera tenía casi 200 metros de largo y 3,60 de profundidad. También contaba con un sistema de ventilación y luz. Los delincuentes se encontraban a cinco metros de ingresar en la sucursal.
El túnel estaba construido en un depósito sobre la misma calle Chacabuco, donde se encuentra el banco, a tan solo unos metros. Los investigadores creen que los delincuentes estaban en la etapa final del plan, ya que se encontraban a cinco metros de la sucursal y su intención, sería la bóveda del mismo.
Al ingresar al depósito la Policía y los investigadores descubrieron varios bolsones de tierra y otros elementos que utilizaban para retirar el material del lugar. También los delincuentes crearon una «falsa pared» para que cuando abrían el portón no se viera el túnel.
También entre los videos que se compartieron de la estructura, también se podía observar colchones, por lo que creen que también dormían en el lugar. El sistema de ventilación estaba conformado por una serie de tubos que recorrían el túnel.