Esta medida del Gobierno Nacional para evitar que la gente pase sin pagar, generó enojo.
A partir de esta semana, fuerzas de seguridad comenzaron a trabajar fuertemente en estaciones terminales como Constitución y Retiro. La medida, impulsada por el Gobierno, provocó una ola de quejas entre los usuarios.
La medida tiene como objetivo que los usuarios no salten molinetes o pasen sin pagar al tren, cosa que viene sucediendo por el aumento tarifario.
El aumento del 40% en el boleto, oficializado por la Secretaría de Transporte a través de la resolución 33/2024, incrementó aún más el malestar. Desde el lunes 16 de septiembre, el boleto mínimo pasó de $200 a $280, lo que representa un aumento acumulado del 478% en las tarifas ferroviarias urbanas desde enero. Los usuarios no solo critican el incremento, sino también la falta de mejoras en el servicio.