Las elecciones primarias del “frente de frentes” en Santa Fe tuvo un alto impacto en el escenario nacional de Juntos por el Cambio. El tajante triunfo de Maximiliano Pullaro -quien es apañado por Horacio Rodríguez Larreta- sobre Carolina Losada -candadita de Patricia Bullrich- en el tercer distrito más influyente del país provocó alteraciones. La disputa entre el Jefe de gobierno porteño y la ex Ministra de Seguridad por la candidatura presidencial, a días de las PASO, se ha intensificado debido a la victoria de Pullaro para ser el candidato a gobernador en Santa Fe y generó cambios de ánimo entre el Larretismo y Bullrichismo.

Ambos candidatos presidenciales amarillos habían apostado fuerte en sus candidatos santafesinos en la previa de la competencia electoral en Santa Fe. Pullaro y Losada han sido protagonistas de una intensa interna dentro de JxC, por el nivel de confrontación pública y las fuertes denuncias.

Para Larreta, era necesario imponerse en el resultado de la interna entre Pullaro y Losada. Es por esto que el alcalde y su equipo experimentaron un gran alivio al momento de saberse los resultados. Larreta no podía ocultar su alegría al momento de llegar al salón reservado del Hotel Ariston y subirse al escenario junto a Pullaro, Lousteau y Gerardo Morales, su compañero de fórmula presidencial, indicaba el peso que tuvo para él la victoria conceptual sobre Bullrich y Macri en Santa Fe.

A pesar de que tiene presente que una elección provincial no se extrapolan a la pelea nacional, Larreta afirma que el modelo tradicional de construcción política que ofrece es el que funciona: estructura para garantizar el despliegue territorial, apuesta a la moderación y la ampliación para ensanchar la base electoral. “Yo creo en esto. Estoy convencido de que la mayoría de los argentinos no quiere las peleas, los gritos ni el ‘a todo o nada’”, dijo durante los festejos en Rosario.

Las victorias de Pullaro, Marcelo Orrego (San Juan) y Claudio Poggi (San Luis) motivan al larretismo a creer que apostar por el armado territorial y la amplitud le serán de gran ventaja a Larreta en las PASO nacionales con Bullrich. Ahora su lucha en el círculo rojo es para invertir la sensación de que Bullrich lo supera a Larreta en las encuestas, aunque admiten que están en un empate técnico. En cuanto a Sergio Massa, el jefe de gobierno porteño no lo ve como una competencia real, desgastado por la inflación: “Está 100% identificado con el kirchnerismo”, dice fuera de las cámaras.

Mientras tanto, la precandidata presidencial de Juntos por el Cambio ala dura, Patricia Bullrich, busca dejar atrás este fracaso y continuar con la campaña sin cambios en su estrategia. La siguiente batalla será en los comicios de la capital cordobesa, en donde Rodrigo De Loredo se podría imponer el próximo domingo, y en Chubut con Ignacio Torres el próximo 30 de julio. La ex ministra requiere sumar alguna victoria antes de las primarias de agosto.

Con los resultados sobre la mesa, Bullrich se encargó de acercar a Losada y a Pullaro en el Salón Metropolitano para sanar heridas tras una interna feroz. Cuando Federico Angelini ya había llamado al exministro para felicitarlo, Damián Arabia, uno de los estrategas de Bullrich, se comunicó con Pullaro y le pasó el teléfono a la candidata presidencial. “Atendela a Carolina”, le pidió. Poco después, Pullaro habló con su rival. Bullrich intentó convencerla a la senadora de que vaya a saludar a su adversario al búnker, sin éxito. Fue un intento similar al que hizo en Mendoza, donde sí tuvo éxito, cuando consiguió que Luis Petri cerrara la jornada electoral junto a Alfredo Cornejo. Cerca de la exministra de Seguridad quieren proyectar la imagen unidad de cara al lunes 14 de agosto. La búsqueda por establecer puentes continuará.

Bullrich no dramatiza la derrota de Losada y valora que Pullaro ya haya mostrado gestos de equilibrio. El radical evitó decir que Larreta era su candidato a presidente. Pullaro y Bullrich cuidarán el vínculo porque se necesitan mutuamente. Confiada, Bullrich celebró la victoria de Pullaro en Santa Fe. Pero no todo fue pérdida, el triunfo de Pablo Poletti candidato de Losada -a quien ella apoyó- sobre Emilio Jatón en la interna por la intendencia de la capital es algo que celebrar.

Bullrich considera que Larreta hace una lectura política errónea cuando imagina que los triunfos provinciales de sus apuestas en Santa Fe, San Luis o San Juan le sumarán en las PASO. “Esto no se traslada a lo nacional; es otro partido”, indicó entre íntimos. Por ese motivo, la exministra continuará por la misma línea discursiva y reforzará su presencia en distritos clave, como la provincia de Buenos Aires, reforzando su campaña de cercanía, sin la estética de la política tradicional ni actos convocados. Por ejemplo, en el conurbano, al que le dedicará el 80% de su tiempo, seguirá con las recorridas con sus aspirantes distritales más el precandidato gobernador Néstor Grindetti.

Pero hay datos que no pasaron por alto en su equipo. El más alarmante para sus ambiciones: intuye que la baja participación favorece las chances del competidor con más aparato y fondos para la campaña. En agosto necesitará que la participación del padrón se ubique al menos por encima del 70% para poder compensar el peso de la estructura tradicional que, en las provincias, está detrás de Larreta.

A su vez, considera que Larreta usa el resultado de Santa Fe para reforzar el ataque de Massa y el kirchnerismo contra su modelo de país y receta de construcción. Intuye que le juega sucio. “Larreta instala que vamos a las trompadas, ¿qué trompadas. Y nos atacan que si gobernamos nosotros va a ser como el 2001″, se quejan. Incluso creen que les plagió el spot de “a todo o nada” con su aviso “creo”.

Bullrich aguarda el regreso de Mauricio Macri de Europa a fines de julio, para que el ex mandatario dé muestras de apoyo a la candidata. Con esa bendición explícita, remarcan en el nido halcón, se terminarían las chances de Larreta en la PASO.