Se trata de once concejales diseminados en cinco bloques. Todos los espacios ponen en juego representantes. Deberán revalidar seis bancas.
Mientras el oficialismo de San Miguel espera la decisión de su jefe político, el ex intendente, Joaquín De la Torre, sobre continuar políticamente dentro de Juntos por el Cambio o pasar a conformar una ‘tercera vía’ junto a, entre otros, el ex ministro de Transporte, Florencio Randazzo; la diputada, Graciela Camaño; y el ex gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey; la oposición, sumida en una importante fragmentación, analiza los pasos a seguir en las próximas elecciones.
Para dar cuenta de ello, basta observar la actual conformación del concejo deliberante. Mientras el oficialismo, unido, ostenta 13 bancas, la oposición tiene las otras 11, pero están separados en cinco bloques. La fragmentación tuvo lugar en el último año y medio, tras la derrota electoral del Frente de Todos.
Oficialismo y oposición pondrán en juego seis bancas cada uno en estas elecciones. En el caso de los últimos, cada uno de los cinco bloques deberán refrendar representantes.
En el bloque del Frente de Todos, que tiene cuatro integrantes, vencen los mandatos del histórico Franco La Porta y Teresita Navarro. Ambos ingresaron en 2017 y con la posibilidad de reelegir, probablemente irán por la renovación de sus bancas.
En el espacio de tres miembros del bloque creado hace unos meses del Frente de Todos-Néstor Kirchner, vence el mandato de otro ‘peso pesado’: Bruno Baschetti. En el HCD desde 2013 y con dos mandatos seguidos en el recinto, según la vigente ley que no permite más de dos períodos consecutivos en cargos de esta índole, no podría ir por un nueva reelección, de modo que, se presume, intentarán colocar a un dirigente del espacio para conservar poder político.
El tercer bloque (Frente de Todos-PJ), conformado por dos mujeres, pone en juego la silla de Marcela Viguera. Con la misma trayectoria que Baschetti, dadas las actuales condiciones, tampoco podría ir por la renovación de su banca.
Por último, quedan los monobloques que intentarán conservar su representación. A sabiendas de que podrían ir por un nuevo mandato, Adrián Luque intentará seguir siendo el dirigente del Frente Renovador en el Concejo Deliberante; mientras que Sergio Vallejos, buscará lo mismo desde su nueva alianza con el armado bonaerense de Alejandro Biondini vía el el Partido Laborista (PL).