
Familiares, amigos y vecinos del ingeniero apuñalado en los bosques de Palermo marcharon en Palermo con la consigna «No me quiero morir».
Cientos de personas marcharon este viernes para pedir justicia por Mariano Barbieri, el ingeniero asesinado hace una semana en el barrio porteño de Palermo. Familiares y allegados del fallecido, y vecinos de la zona, autoconvocados en el Parque de Tres de Febrero, en silencio, con velas y carteles.
Lo más impactante eran las remeras que muchos lucían, con la frase «no me quiero morir», que Barbieri pronunció ya agonizante cuando llegó a pedir ayuda a la heladería de Libertador y Lafinur.
Fernando Barbieri, hermano de la víctima, señaló en declaraciones a la prensa que «no hay ninguna bandería política, estamos acá solamente para pedir justicia por Mariano. Ojalá la sociedad cambie para bien, para que esto no vuelva a suceder».
Como se sabe, por el crimen del ingeniero hay un detenido, un «carrero» que vivía en la Villa 31 y que fue detenido en ese lugar, uando ya había señalando en ese ámbito que había asesinado a Barbieri cuando este se resistió al asalto en los Bosques de Palermo.
Fue detenido un hombre, y según Fernando «todo indica que es el culpable, eso da cierta tranquilidad pero no devuelve la vida de mi hermano».
La viuda, el hermano y el padre de Mariano Barbieri, el ingeniero civil asesinado de una puñalada tras un robo en los bosques de Palermo el miércoles de la semana pasada, encabezaron este viernes una marcha para pedir justicia por el crimen y por todas las víctimas de violencia, bajo el lema «No me quiero morir», en referencia a las últimas palabras que pronunció el hombre antes de desplomarse en el interior de una heladería a la que entró para pedir ayuda.
Minutos después de las 20, y desde la esquina de avenida Del Libertador y Lafinur, frente a la plaza en donde Barbieri fue asaltado, su esposa Maricel, su hermano Fernando y su padre Carlos, rodeados de otros familiares y amigos, dieron inicio a la movilización que había sido convocada a través de las redes sociales.
La mayoría de los presentes llevaba en sus manos una hoja con la frase “#No me quiero morir”, en alusión a las últimas palabras mencionadas por el ingeniero en la heladería a la que acudió para pedir ayuda.
También llevaban velas en sus manos y un cartel se destacó por sobre el resto, con la leyenda “Hartos!!! de sepultar inocentes. Fin! al garantismo”.
Luego, una amiga de la víctima comenzó a leer un documento, en el que se describió al ingeniero civil asesinado, por cuyo crimen hay un detenido, como “una persona llena de vida, alegre, idealista. Un tipo sencillo que estudió, que se esforzó, trabajó diariamente porque amaba su profesión y quería un futuro mejor para todos”.
“Sin embargo, ese día decidió salir a caminar y ver la luna, nunca imaginó que se cruzaría con su asesino. A Mariano le arrebataron la vida para sacarle el celular, lo mataron para sacarle el celular. ¿Ustedes lo entienden? Porque nosotros no”, expresó.