El juego por las obras sociales sindicales genera el interés del sindicalista de volver a ser cercano al gobierno. En ese sentido, inicia negociaciones con el asesor presidencial y una figura clave cercana a Guillermo Francos.
La influencia de Santiago Caputo en el gobierno es central. Tanto, que el presidente lo considera a él y a su hermana como parte de un «triangulo de hierro», es decir, sus indispensables.
En este sentido, el polémico asesor encabezó una reunión con actores sindicales, de la cual participó el ex socio de campaña de Javier Milei, Luis Barrionuevo. La intención del gastronómico es volver a ‘las fuerzas del cielo’, por lo que de esa reunión pudo conseguir el teléfono de Caputo y quedar en contacto.
¿El motivo por el que Barironuevo quiere volver a acercarse al gobierno? Es el manejo de las obras sociales sindicales.
En estas conversaciones (fluidas) entra en juego el empresario de la salud Mario Lugones, que en los papeles figuraría como asesor de Guillermo Francos. Este asesor está llevando adelante negociaciones con el objetivo de liquidar obras sociales intervenidas y, con eso, podrían traspasar un padrón apetecible a las obras sociales más populosas.
El nexo: Lugones fue presidente hasta hace poco de la Fundación Sanatorio Güemes, una clínica en cuyo paquete figura el sindicato de gastronómicos de Luis Barrionuevo y que, en una charla, Lugones se refirió a Barrionuevo y como «mi socio».