"Estamos frente a la segunda vuelta con nuestro programa de gobierno y con el 20 % de la población brasileña, determinada a que el cambio debe realizarse en forma calificada", manifestó la dirigente del Partido Socialista, que no logró ingresar al ballottage. Rousseff y Neves, quienes se enfrentarán en tres semanas, se disputan sus votos.
Los 22 millones de votos que concedieron el tercer lugar a la ecologista Marina Silva (Partido Socialista de Brasil) en las elecciones generales de ayer en Brasil comenzaron a ser disputados anoche mismo por los dos candidatos que pasaron a la segunda vuelta, la presidenta Dilma Rousseff (Partido de los Trabajadores) y el opositor Aécio Neves (Partido de la Social Democracia de Brasil).
"Estamos frente a la segunda vuelta con nuestro programa de gobierno y con el 20 % de la población brasileña, determinada a que el cambio debe realizarse en forma calificada", dijo la ecologista Silva sobre su resultado electoral, en una conferencia de prensa en San Pablo.
Su reclamo por un "cambio", que sigue a su promesa de la "nueva política" durante la campaña, fue interpretado por los medios brasileños como un apoyo implícito al candidato de centroderecha.
Durante semanas favorita en las encuestas para pasar a la segunda vuelta del 26 de octubre, Silva finalmente terminó la tercera y sus votantes comenzaron a ser anhelados por sus hasta ayer férreos rivales.
"Recibimos un ataque feroz por parte del Partido de los Trabajadores (PT), que amenazaba a la población de que si no votaban a Rousseff se iban a eliminar los programas de ayuda social", se quejó ante la agencia EFE una fuente de la campaña de Silva, en una crítica a la "guerra sucia" que el oficialismo, al que ella perteneció como ministra de Medio Ambiente durante la gestión de Luiz Inacio Lula da Silva, emprendió contra el PSB.
Si bien Rousseff, que anoche obtuvo el 41,6% de los votos, es levemente favorita para el ballottage del 26 de octubre, si Silva decide apoyar pública y abiertamente a Neves (33,6%) para pasarle sus votos, puede ayudarlo a derribar del poder al PT, hace doce años en el Palacio del Planalto.
"Si los electores de Marina rechazan el gobierno, elegirán a Aécio y él tiene condiciones de dar vuelta el segundo turno", dijo el politólogo Daniel Alves, de la Fundación Getulio Vargas, a AFP.
Según publica hoy el diario carioca O"Globo, "la importancia de Marina puede ser medida por las estrellas destacadas para convencerlas": el ex presidente Fernando Henrique Cardoso por el PSDB y Da Silva por el PT, éste último para pedirle que al menos mantenga la neutralidad, como hizo en 2010.
Fuente: Agencias EFE, AFP y Reuters