
El lunes la ciudad amaneció repleta de basura por un reclamo sindical del gremio de los Moyano, Camioneros.
«Extraño a mi ex. A mi ex jefe de gobierno», la frase fue de una usuaria de la red social X que tiene tan solo 803 seguidores. El posteo que muestra como estaban inundadas las calles porteñas de basura tuvo más de un millón de visualización y de re-posteos.
Extraño a mi ex. A mi ex jefe de gobierno pic.twitter.com/efFcVVR7wd
— loleta 🐞 (@loletazu) July 21, 2024
Esto grafica la movida y vertiginosa semana que tuvo el alcalde porteño Jorge Macri. El lunes la ciudad amaneció repleta de basura por un reclamo sindical del gremio de los Moyano, Camioneros.
“El sindicato es pesado de verdad, no es joda”, explicó uno de los interlocutores del macrismo con los Moyano una vez que los ánimos empezaron a calmarse y de que la recolección de residuos volvió a normalizarse después del trabajo a reglamento del gremio que hizo que la basura se acumulara durante 72 horas por las calles porteñas en respuesta a la decisión de Jorge Macri de anular una preadjudicación para la licitación por el servicio de acarreo a una empresa que, como toda compañía del sector, está relacionada con los Moyano. “Es como que las empresas que ganan licitaciones de obras en la Ciudad no tengan relación con la UOCRA”, graficó un ex funcionario.
Sucede que con esta maniobra, a todas luces sorpresiva por la reacción de los involucrados, el primo de Mauricio no solo alteró el vínculo del PRO con el moyanismo, si no que reavivó, de nuevo, la interna partidaria, aunque esta vez con un condimento más complejo: la denuncia, por parte de la Ciudad, a sus antecesores, a los que acusaron por la posible comisión de un delito en la preadjudicación del servicio de grúas mientras dejaban el gobierno.
Según el jefe porteño, la preadjudicación del servicio de acarreo se firmó por última vez el 11 de diciembre por funcionarios que “ya no eran funcionarios” de los que, según dijo, podrían haber incurrido en actos “impropios”. Su acusación generó un terremoto interno, y una indignación creciente: no es frecuente que un dirigente denuncie a otro de su propio espacio, mucho menos si esa imputación -el jefe de Gobierno dijo que encargaría una auditoría interna-, involucra a ex funcionarios encolumnados detrás del presidente del partido, en este caso del PRO.
Vale aclarar que en su recorrida por La Rural, Jorge Macri trató de bajar un poco el nivel de tensión con el ex jefe de Gobierno: aseguró que el conflicto “es con Moyano”, y desligó, tímidamente, a Rodríguez Larreta. El daño ya se había ejecutado.
En paralelo, desde la Ciudad se activó un operativo para reencausar el conflicto con el clan Moyano, cuyo poder de fuego está intacto, y cuya relación con la gestión porteña en los cuatro mandatos del ex presidente y de Rodríguez Larreta siempre terminó de la misma manera: con un apretón de manos.
Fuentes de la Ciudad remarcaron que el conflicto de esta última semana se originó, en parte, porque desde el sindicato se especuló con una supuesta intención de la administración porteña de quitarles a los trabajadores del servicio de grúas, estatizado desde hace tiempo, los beneficios que tienen del gremio desde hace años. Y que por eso vaciaron, incluso, toneladas de basura sobre la avenida Belgrano. En estas horas, agregaron, la Ciudad terminaría de anular la preadjudicación.
El martes, la vicejefa, Clara Muzzio, encabezó un encuentro con Hugo Moyano y algunos de sus colaboradores para terminar de sellar la tregua. Esa fue la reunión pública, liderada por una funcionaria, Muzzio, que ya como jefa del área de Espacio Público durante la gestión anterior había trabado un diálogo fluido con los Moyano, impulsada por asesores que conocen bien de cerca a los camioneros.
La noche anterior, de todos modos, existió un encuentro privado que Jorge Macri blanqueó sin detalles en LN+, y que tuvo como protagonistas a Néstor Grindetti y a Pablo Moyano. Un llamado de Héctor Daer también sirvió para acercar posiciones. Hasta ese momento, se habían acumulado una serie de desinteligencias internas.