Tanto en Unión por la Patria, como en la UCR y Encuentro Federal, toman nota de lo sucedido y buscan evitar sangrías para las discusiones que se asoman en el Congreso: cómo es el presupuesto 2025.
Una vez más, el presidente Javier Milei logró evitar que se rechace un veto suyo en el Congreso. Y al igual que sucedió con la discusión movilidad jubilatoria, para sostener el veto a la ley de financiamiento universitario tuvo que seducir a diferentes legisladores de la oposición.
Las heridas en los bloques opositores por esto último aún están latentes. Tanto en Unión por la Patria, como en la UCR y Encuentro Federal, toman nota de lo sucedido y buscan evitar sangrías para las discusiones que se asoman en el Congreso: cómo es el presupuesto 2025.
Pero hay tambien en agenda para lo que queda de este año un tema sensible: reformar la ley de trámite legislativo. La intención de fondo, es evitar que a la administración libertaria, así como a las subsiguientes, les sea más fácil gobernar por decretos de necesidad y urgencia (DNU) que a través de la sanción de leyes.
Son 14 proyectos ya presentados en este sentido que comenzarán a discutirse en las comisiones de Legislación General, Asuntos Constitucionales y Peticiones, Poderes y Reglamento. Habrá una primera reunión informativa el próximo miércoles, donde se medirá la probabilidad de éxito.
Como sea, los bloques opositores buscarán evitar otro revés legislativo que los exponga ante la mirada publica. Los ojos están puesto en bloque que conduce Miguel Ángel Pichetto, quien ya perdió en la última pulseada tres referentes claves: el chubutense Jorge “Loma” Ávila, la cordobesa Alejandra Torres y el porteño Ricardo López Murphy.
Los referentes de EF esperan esta semana “barajar y dar de nuevo”. Miran la discusión del Presupuesto 2025 como la oportunidad para limar asperezas y reconstruir la cohesión perdida. “A jugar juntos, nuestro bloque representa los intereses de las provincias”, se envalentonaron. En la bancada hay diputados que responden a tres gobernadores: Llaryora, Torres y Rogelio Frigerio (Entre Ríos). Se mueven en sintonía con Innovación Federal, la bancada de los oficialismos de Misiones, Río Negro y Salta.
En paralelo están los ruido intensos en el peronismo. Luego de postularse para presidir el PJ nacional, Cristina Fernández publicó un documento para posicionarse en contra de los votos peronistas en Diputados a favor del oficialismo. La cruzada fue para los infieles Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Raúl Jalil (Catamarca).
Cerca de los mandatarios provinciales dejaron entrever a LA NACION que fue “el último gesto” hacia la Casa Rosada. Jalil, todavía dentro de UP, hace equilibrio. Lo respaldan muchos referentes del peronismo del interior que ya se diferenciaron de su bloque en otras votaciones, como en la boleta única papel y en la discusión en particular del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI).
Por su parte, las diferencias dentro de la UCR tienen una profundidad mayor que la del resto de los espacios. Tras la imagen que expuso a cinco de sus referentes legislativos junto a Milei en la antesala de la discusión previsional –un proyecto impulsado por el radicalismo–, la fractura fue indisimulable. El último debate en torno a las universidades terminó de consolidarla.
Con respecto a los espacios aliados al oficialismo, el PRO tuvo que enfrentar en la última sesión solo dos fugas previsibles, la de los larretistas Álvaro González y Héctor Baldassi, es probable que en lo que resta del año la situación dentro del bloque se complejice. Ya hubo incomodidad de muchos de sus referentes ante la directiva de sostener el veto al financiamiento de las universidades y el margen es cada vez menor.