Javier Milei criticó en la LXV Cumbre del Mercosur las restricciones comerciales impuestas por el bloque regional y propuso un cambio hacia un modelo más abierto y autónomo. El presidente argentino cuestionó la efectividad del Mercosur y abogó por un comercio libre de ataduras que permita a los países de la región aprovechar sus ventajas comparativas.
El presidente Javier Milei asistió a la LXV Cumbre del Mercosur, celebrada en Montevideo, donde expuso su visión crítica sobre el bloque regional y propuso un cambio de enfoque hacia un comercio más libre y autónomo entre los países miembros. Milei, quien asumirá la presidencia pro tempore del Mercosur, se dirigió a sus colegas de la región con un mensaje directo: el modelo actual está agotado y necesita
Durante su intervención, el presidente argentino destacó los problemas estructurales del Mercosur, especialmente en relación con las políticas comerciales. «El arancel externo común no solo encareció la importación de bienes productivos, sino que además dificultó el desarrollo de nuestras industrias, cerrando muchas oportunidades comerciales», afirmó Milei. Esta medida, según él, ha limitado el potencial exportador de los países miembros, lo que ha impedido que las naciones de la región aprovechen su ventaj.
Milei también subrayó la falta de dinamismo del bloque, al señalar que «el Mercosur nació con la idea de integrar los mercados de nuestros países, pero terminó convirtiéndose en una prisión que impide la competencia y el crecimiento económico». En este sentido, el mandatario argentino propuso una reforma que permita una mayor autonomía para los países del bloque, respetando los acuerdos vigentes, pero aflojando las restricciones.
El presidente argentino también advirtió sobre las consecuencias de mantener el actual enfoque de integración regional. Según Milei, «si el bloque no es un motor dinámico que facilita el comercio, que impulsa la inversión y mejora la calidad de vida de todos los ciudadanos de nuestra región, ¿cuál es el sentido que tiene?» El mandatario insistió en que el Mercosur debe convertirse en un verdadero impulsor del comercio y no en un conjunto de normas y regulaciones que frenen el desarrollo de los países miembros.
En cuanto al contexto global, Milei recordó que mientras naciones como Chile y Perú han logrado acuerdos de libre comercio con países clave, el Mercosur ha quedado rezagado. «Desde los años 90, la incidencia del Mercosur en el comercio mundial ha disminuido. Mientras tanto, otros países de la región han diversificado sus acuerdos comerciales y abiertos nuevas vías de crecimiento», señaló.
El presidente también hizo un llamado a sus pares de la región para que se enfrenten a la realidad del modelo y busquen soluciones que beneficien a todos. «Ganemos autonomía sin dejar de respetar los acuerdos que nos hermanan», expresó Milei, destacando la importancia de un comercio más libre y menos regulado.
En resumen, la intervención de Milei en la cumbre del Mercosur marcó un punto de inflexión en la discusión sobre el futuro del bloque regional. El presidente argentino no solo cuestionó las políticas actuales, sino que también propuso un nuevo camino hacia una integración más flexible, con mayores oportunidades comerciales y una reducción.