El exsecretario de Comercio lideró una nueva reunión con representantes de los diversos sectores de la fuerza política. En el encuentro, se abordaron dos temas clave: la definición de la hoja de ruta pendiente y la posibilidad de alcanzar un acuerdo político.
Guillermo Moreno continúa con las reuniones destinadas a crear un nuevo plan económico para el peronismo. Ayer, entre las 19 y las 21 horas, se reunió con economistas de diferentes corrientes, en el segundo encuentro realizado en las oficinas de Principios y Valores, el partido del exsecretario de Comercio, ubicadas en el segundo piso del Palacio Barolo, en el centro de la ciudad de Buenos Aires.
A la reunión asistieron representantes de Máximo Kirchner, Sergio Massa y Axel Kicillof. Faltaron el diputado Itai Hagman, de Patria Grande, el grupo liderado por Juan Grabois, y el representante de Miguel Pichetto, el único dirigente mencionado que no forma parte de Unión por la Patria (UP) y que muestra interés en regresar a un frente peronista. Las ausencias fueron notificadas con anticipación.
En la reunión de ayer se incorporó Pablo Chena, un delegado del Movimiento Evita, invitado por el ex Jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina. Este añadido, junto con la necesidad de revisar el documento tras las recientes modificaciones, causó un retraso en la finalización del plan económico. Después de las sugerencias de los distintos sectores, los líderes políticos deben revisar el documento para dar su aprobación final. Es crucial respetar los tiempos y procedimientos para concretar el acuerdo.
Otro detalle no menor es que estuvieron presentes en el encuentro Roberto Feletti, referente económico de Axel Kicillof, y Santiago Fraschina, hombre económico de Máximo Kirchner. La presencia de ambos permite vislumbrar una unión del peronismo con el gobernador de la provincia de Buenos Aires y el sector de La Cámpora dentro.
En quince días, las mismas personas volverán a reunirse en el mismo lugar. Moreno espera que para entonces las diferencias se hayan resuelto y el documento pueda ser publicado con el apoyo de todos los sectores involucrados. Esto sería una señal de orden y consenso dentro de un esquema político actualmente disperso y sin una dirección clara.
El siguiente paso puede ser más complicado que el primero. Deben acordar una hoja de ruta sobre qué hacer con el documento: cómo, cuándo y ante quién presentarlo. La propuesta de Moreno es presentarlo ante las cámaras empresariales, la CGT y la representación del FMI en Argentina, mostrándolo como un plan de acción de la fracción opositora más grande. Este punto aún no está consensuado y probablemente sea uno de los temas más difíciles para alcanzar el acuerdo final.
El exfuncionario K tiene claro que el documento se presentará más pronto que tarde, con el consenso de todos, de algunos o de ninguno. En el peor de los casos, será un texto respaldado únicamente por su partido. Sin embargo, la situación actual parece diferente. El acuerdo para que todos avalen el documento económico está en marcha, pero los líderes de cada sector deben decidir si apoyan o no la propuesta de Moreno de presentarlo ante esos tres sectores.
“Todos hicieron un esfuerzo para encontrar un documento común. No hay ninguna estrategia política consensuada. Lo que debe definirse es el esquema en el que se va a hacer público. Un acuerdo económico genera la posibilidad de un acuerdo político. Pero esa no es la prioridad ni la intención en esta instancia”, explicó el exsecretario de Comercio.
Durante las últimas semanas, Moreno se ha reunido o estado en contacto con Máximo Kirchner, el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés “Cuervo” Larroque, en representación del gobernador Axel Kicillof, y con José Ignacio de Mendiguren y Eduardo Setti, quienes representan a Sergio Massa en la mesa económica. Estas son las tres fuerzas principales de UP. Con Cristina Kirchner no ha hablado en años, y esa distancia se mantiene; ahora su comunicación es con su hijo.
A todos los que habló, les transmitió el mismo mensaje: lo crucial es centrarse en lo económico y no en lo político. La posibilidad de unir fuerzas en un armado electoral sigue vigente, y es más factible si se llega a un acuerdo sobre el plan económico, aunque esto sería en una etapa mucho más avanzada. También les planteó la idea de construir lo que él llama la “Confederación Justicialista”, una nueva estructura peronista que agrupe a todos los partidos y frentes.
“Hay que darles libertad a los gobernadores e intendentes, que tienen otro marco de negociación. Los pones en un compromiso. Ellos tienen la necesidad de la gestión, del día a día. Pero nadie se sintió excluido”, expresó Moreno respecto a la ausencia de representantes de estos dos sectores políticos, que son muy importantes dentro del esquema peronista.
El exfuncionario cree que, si el gobierno de Javier Milei fracasa, “el peronismo está en condiciones de presentar un programa económico” y que, si llega a haber una convocatoria a una asamblea legislativa, una hipótesis planteada y promovida por Moreno, la fuerza política tiene candidatos posibles.
“Estamos preparados ante el fracaso del Gobierno. Si pasa, hay un programa económico y hay candidatos. Hace cinco meses no había ninguna de las dos cosas. El peronismo es el único espacio de la oposición que ha tenido un avance notable”, afirmó. Mientras tanto, continúa impulsando, desde su posición y a su manera, el debate interno del peronismo en este período de oposición. Una voz constante, que, independientemente del número de seguidores y el impacto de su mensaje, ha ocupado un lugar en la agenda política.