Las posturas políticas de ambos gobiernos parecen irreconciliables y complican aún más la situación que ya se vive en el Parque Iberoamericano hace una semana. En medio de varios pases de factura, hoy se volverían a reunir y el kirchnerismo plantearía un plan de viviendas.
Por Antonela Galiani
Una vez más los intereses políticos, intensificados en la antesala electoral, se privilegian ante las necesidades colectivas. Es que a una semana de la ocupación del Parque Iberoamericano el Gobierno de la Nación y el de la Ciudad están muy lejos de llegar a una solución conjunta frente al conflicto.
El intento de diálogo entre ambas autoridades comenzó recién el sábado pasado, luego de varios días de tensión que dejaron, por ahora, un saldo de cuatro víctimas mortales (hoy se confirmó la muerte del joven de 19 años que habría sido arrebatado de la ambulancia y fusilado en ese mismo momento). Una reunión que llevó a que el Gobierno Nacional enviara a Gendarmería y Prefectura para tratar de contribuir a la paz de Villa Soldati, permitiendo, así, calmar las aguas y cercar la entrada de nuevos ocupantes.
Así, en medio de fuertes acusaciones entre los principales funcionarios y ministros, los objetivos y el proceder de uno y otro gobierno se ven bien diferentes. Mientras que Nación evalúa la posibilidad de ofrecerle a las cerca de 5 mil personas asentadas en el parque créditos para la financiación de tierras y la construcción de viviendas en algún lugar del conurbano, el Jefe de Gobierno se mostró firme en su actitud de no ceder ante el conflicto para “no fomentar nuevas usurpaciones”, e insiste en la necesidad de cumplir la ley y no permitir la invasión del espacio público.
La crisis habitacional de Argentina queda entonces relegada a los pases de factura y la crítica barata, ya que ambas partes intentan cargar culpas sobre su adversario político de cara a 2011.