La justicia porteña condena a dos ex policías bonaerenses por crímenes de lesa humanidad en Puente 12, pero absuelve a otros implicados, generando críticas de organismos de derechos humanos
En una sentencia considerada histórica, la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires condenó a dos exmiembros de la Policía Bonaerense por su participación en crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino «Puente 12». Néstor Ciaramella fue sentenciado a prisión perpetua, mientras que Enrique Del Pino recibió una pena de 25 años de cárcel. Ambos fueron hallados culpables de secuestros, torturas, homicidios y desapariciones forzadas, entre otros delitos, cometidos entre 1974 y 1977.
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°6, integrado por los jueces Daniel Obligado, Sabrina Namer e Ignacio Fornari, emitió su fallo en una audiencia que contó con gran asistencia de público, reflejando el interés por los juicios por crímenes de la dictadura. Ciaramella fue condenado por su rol en homicidios agravados, mientras que Del Pino fue declarado culpable de la privación ilegítima de la libertad y torturas a 51 personas.
A pesar de la contundencia del fallo, otros imputados, como los excabos Ángel Salerno y Carlos Tarantino, así como el excapitán Walter Roque Minod, fueron absueltos por falta de pruebas suficientes, lo que generó críticas de organismos de derechos humanos. La fiscalía había solicitado penas más severas, argumentando que las víctimas habían sido sometidas a un sistema represivo organizado en el centro clandestino operado por la policía provincial.
El tribunal subrayó la importancia de seguir investigando y procesando los casos de lesa humanidad, y rechazó los intentos de las defensas para declarar la prescripción de los delitos. En su decisión, también dispuso medidas para preservar la memoria histórica, incluyendo la digitalización de los expedientes y la compilación de material audiovisual relacionado con los juicios.
Este fallo se inscribe en la lucha por la verdad y la justicia en relación a los crímenes cometidos durante la dictadura cívico-militar en Argentina, y representa un paso más en la búsqueda de justicia para las víctimas y sus familias.