La presencia de Melina, la nena de 8 años que lo abrazaba mientras anunciaba su candidatura, tuvo una amplia repercusión y debería motivar en los ideólogos de la campaña macrista alguna reflexión.
Reproducimos un artículo de “La Política On Line”.
La presencia de Melina, la nena de 8 años que lo abrazaba mientras anunciaba su candidatura, tuvo una amplia repercusión y debería motivar en los ideólogos de la campaña macrista alguna reflexión. Por el tono negativo que recibió y la evidente sospecha de utilización electoral y poco sutil de la pobreza. Comencemos por un comentario off the record del oficialismo sobre lo sucedido, publicado hoy por Ámbito Financiero.
Según el matutino, voceros oficialistas opinaron sobre el evento, planeado y pensado por Horacio Rodríguez Larreta: "Fue un típico cuadro menemista, porque se puso a hablar en inglés, de dibujos animados (le dijo a la niña que estaba a su lado que a la noche irían a ver `Happy Feet´, una película sobre pingüinos), con una nena que vive en una villa. Parecía Menem, cuando en Salta, en medio de la pobreza, habló sobre vuelos a a la estratósfera".
Los voceros kirchneristas aseguraron también que se trató de un "rasgo clasista" que revela "la distancia entre lo que piensa Macri y lo que sienten los porteños". A continuación, el impactante artículo de La Nación.
"Pá, el tío Mauricio va a estar en Lugano". El padre de Melina, de 8 años, contó que eso le dijo su hija cuando se escuchó en la radio lo del inminente anuncio del lanzamiento de la candidatura porteña de Mauricio Macri.
Un par de horas después, pasadas las 19, la niña estaba parada junto a Macri sobre unos tablones de madera, rodeados de basura, que conformaban el inusual escenario de la conferencia de prensa en la que el líder del Pro comunicó su decisión.
El inocente rostro de Melina y la conveniente remera con la frase "Yo amo Argentina" fueron el blanco de cámaras de TV y fotógrafos. "A fines de noviembre, Mauricio Macri fue al barrio donde vivimos y visitó nuestro comedor La Familia", relató a LA NACION Edgardo Aristizábal, el padre de Melina, un buscavidas del barrio Ramón Carrillo, tal como se definió, actualmente desocupado.
"Al ver las condiciones en que trabajamos, comenzó a darnos una mano. Incluso donó parte de su sueldo para hacer unas obras en el comedor", agregó. Luego aclaró que el establecimiento pertenece al gobierno de la ciudad.
Melina y su padre caminaron las 30 cuadras desde su casa hasta Piedrabuena y Bermejo, en Villa Lugano, para participar del acto macrista. "Apenas lo vio venir, me soltó la mano y salió corriendo a darle un beso", contó Aristizábal. A partir de entonces, Melina no se desprendería ni por un segundo del candidato mientras durara la conferencia de prensa.
Al ironizar con la película de pingüinos animados Happy Feet... para contraatacar las críticas del presidente Néstor Kirchner, Macri hizo su primera promesa de campaña que parece que incumplirá. "Vamos a ir a ver Happy Feet... ", le dijo a Melina, mientras le acariciaba el pelo.
LA NACION luego consultó a la niña: -¿Vas a ir a ver la película con Macri? -Sí. Entre risas, su padre replicó: "Pero no dijo qué día".
-¿Qué te parece Mauricio? -Muy buenito, muy lindo, muy amiguito, muy regalón. -¿Qué te regaló? -Todavía nada. Pero me va a dar una remera.