
El Gobierno no prorrogará el régimen vigente, lo que afectará a unas 243.000 personas en 2024. La mayoría son mujeres que deberán esperar hasta los 65 años para acceder a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), con haberes inferiores a la jubilación mínima.
El fin de la moratoria previsional, previsto para el domingo 23 de marzo, dejará a la mayoría de las personas en edad de jubilarse sin posibilidad de acceder a un haber jubilatorio. Se estima que nueve de cada diez personas no podrán iniciar el trámite, lo que equivale a alrededor de 243.000 afectados solo en 2024. De ese total, el 90% corresponde a mujeres, quienes deberán esperar hasta cumplir 65 años para acceder a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), siempre y cuando reúnan los requisitos establecidos por la ANSES.
Los datos oficiales indican que, en 2024, unas 243.000 personas se jubilaron bajo el actual sistema de moratorias. Entre ellas, la gran mayoría fueron mujeres, en su mayoría sin los aportes completos. Hasta ahora, el Estado solventó el pago del haber jubilatorio mínimo, fijado en $349.122 en marzo, lo que implicó una inversión mensual de aproximadamente $85.000 millones. Sin embargo, con el fin de la moratoria y la aplicación de la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), el Gobierno reduciría hasta en un 65% el gasto en nuevas jubilaciones, al limitar el acceso a este beneficio.
La PUAM se estableció en 2016, durante la gestión de Mauricio Macri, como un mecanismo para restringir el ingreso de nuevos beneficiarios a la jubilación sin aportes. A partir del 23 de marzo, la moratoria previsional vigente desde 2023 quedará sin efecto, según dispuso el gobierno de Javier Milei, lo que impactará directamente en las personas que cumplen la edad jubilatoria sin los aportes requeridos. Los hombres y mujeres que cumplan 65 años podrán solicitar la PUAM, que garantiza el 80% del haber jubilatorio mínimo, pero sólo si no perciben otro beneficio previsional ni cuentan con bienes o ingresos que superen el límite establecido para ser considerado en situación de vulnerabilidad.
La economista Mercedes D’Alessandro, exdirectora de Igualdad y Género del Ministerio de Economía, advirtió sobre el impacto de la medida. “Se estima que 9 de cada 10 mujeres que hoy tienen 60 años no podrán acceder a una jubilación. Van a tener que esperar hasta los 65 años para acceder a la PUAM y, aún así, solo si cumplen con los requisitos de vulnerabilidad. Las mujeres son, otra vez, la variable de ajuste de Milei”, declaró.
Desde la creación de la PUAM en 2016, las moratorias previsionales fueron perdiendo peso en el sistema jubilatorio. Entre 2015 y 2022, las jubilaciones sin aportes crecieron un 27,5%, mientras que el beneficio para quienes reunieron los 30 años de aportes tuvo un leve incremento en sus haberes. Sin embargo, la cantidad de personas que acceden a una jubilación con aportes sigue siendo baja en comparación con el universo de jubilaciones otorgadas por moratoria. Desde 2010, el 95% de las mujeres que accedieron a la jubilación lo hicieron por esta vía.
Para acceder a la PUAM, se deben cumplir ciertos requisitos. Uno de los principales es haber cumplido 65 años, sin importar el género. Además, no se puede percibir otra pensión ni beneficios de la seguridad social, lo que excluye a una parte de la población. Por otra parte, este beneficio representa un haber inferior al de la jubilación mínima. En marzo, por ejemplo, la PUAM alcanzó los $279.297, cifra que, según la economista Mercedes D’Alessandro, se ubicó apenas por encima de la canasta alimentaria de una pareja de adultos mayores. “A una persona que gana $349.122 al mes le estarían sacando el equivalente a una fortuna”, sostuvo D’Alessandro. “Las mujeres son, otra vez, la variable de ajuste de Milei”.
El gobierno de Javier Milei considera que la moratoria previsional, que vence el próximo domingo, tuvo un costo del 0,42% del PBI desde su implementación en 2023. Por este motivo, la decisión de no prorrogarla forma parte del plan de reducción del gasto público. Según un informe del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), el sistema previsional representa uno de los mayores desembolsos estatales y se destaca por su amplia cobertura, con un 95% de los adultos mayores incluidos en el sistema. A pesar de esto, el gobierno busca disminuir el impacto fiscal que, según datos de la ANSES, alcanzó el 0,42% del PBI con la última moratoria.
Por el nuevo esquema previsional, la cantidad de personas que recibirán la PUAM crecería, mientras que el haber jubilatorio podría perder relevancia como referencia de los ingresos de los adultos mayores. En marzo, la jubilación mínima alcanzó los $349.122, mientras que el haber con PUAM quedó en $419.122, incluyendo el bono de $70.000. No obstante, desde diciembre de 2023, el poder adquisitivo de la PUAM se deterioró aún más que el de la jubilación mínima. Según un informe del CEPA, los haberes con el bono de $70.000 subieron 110,14% desde entonces, mientras que la inflación acumulada fue superior. En el mismo documento, el centro de estudios estimó que la decisión del Gobierno de no prorrogar la moratoria permitirá un ahorro fiscal de hasta $195.000 millones entre 2024 y 2025.
Si bien el sistema jubilatorio argentino tiene una de las coberturas más amplias del mundo, organismos como el CIPPEC han advertido que la mayoría de los beneficiarios acceden a haberes por moratorias. Según el organismo, entre 2015 y 2022, el número de jubilaciones no contributivas aumentó un 27,5%, lo que motivó al Gobierno a dar por terminada esta política. Según estimaciones oficiales, la moratoria que expira el 23 de marzo tuvo un impacto fiscal de 0,42% del PBI.
Las restricciones para acceder a la PUAM y la falta de una nueva moratoria harán que una gran parte de la población quede sin ingresos previsionales, mientras que el gasto del Estado en este sector disminuirá drásticamente. En este contexto, la discusión sobre el futuro del sistema previsional argentino sigue abierta y las medidas adoptadas generarán un impacto significativo en las condiciones de vida de los adultos mayores en el país.