Ciorciari tiene problemas para alinear a su tropa. ¿Qué le pasa a Yedro?, ¿y al moyanista Bolinschki? La macrista Martínez y el justicialista Lafuente, en el foco de la tormenta. Y los radicales viven en internas.
En el Concejo Deliberante continúan con la costumbre de respetar poco y nada el cronograma de sesiones. Y en el recinto muchas veces tiene más peso el cruce entre ediles, no necesariamente de distinta bancada, que el tratamiento de los expedientes. También están los legisladores electos, que asumen en diciembre, que ya mueven sus fichas pensando en 2011.
EL CURTISMO NO ESTÁ EN ORDEN
La tropa oficialista en el Concejo, comandada por Agustín Ciorciari, está dando muestras de fisura. Y algunos integrantes de esta mayoría ya se animan a contradecir al presidente del cuerpo y al jefe del bloque justicialista, Jorge Urrutia.
Patricia Yedro cada vez que puede cruza a su par de Ciudadela, y no sólo en privado. La última vez fue en la sesión del lunes 31 de agosto, que dicho sea de paso recién fue la quinta del año y no se desarrolló el día previsto (segundos y cuartos viernes de cada mes). Encima, la verborrágica edil exhibe buena sintonía con el “lilito” Rodolfo Knittel, con quien, incluso, comparte proyectos.
Otro que encendió luces amarillas fue el moyanista Juan Carlos Bolinschki, quien anunció su renuncia a todas las comisiones que integra. El hombre del poderoso gremio de camioneros siempre fue un aliado del curtismo, pero parece que está molesto con algunos compañeros.
AUSENTES SIN AVISO
Hay dos legisladores que están en la mira. Por un lado la macrista y electa diputada nacional, Soledad Martínez, quien aparece por Caseros con tan poca frecuencia que molesta a más de uno. Éste es un argumento más para que el francisquista Luis Martinelli la chicanee – otro tema es la pelea por el sello Unión Pro -.
Lo cierto es que existe un reglamento que estipula las faltas a las sesiones. Y casi se lo aplican en el último encuentro legislativo, pero la joven dirigente apareció sobre la hora y ocupó su banca.
En cambio, la ausencia repetida del justicialista Daniel Lafuente motivó el reclamo de varios concejales. Hasta recordaron que la comisión que en teoría preside, Industria, nunca se reúne, y están demorados expedientes de relevancia, como los relacionados con las polémicas antenas de telefonía móvil.
ENEMIGOS ÍNTIMOS
A partir del resurgimiento del centenario partido, y con la incorporación en diciembre de dos ediles, los radicales sueñan con ser gobierno local en 2011. A simple vista, el primer escollo que deberán sortear son las rencillas y desconfianzas entre correligionarios.
Basta que se junten tres o cuatro para que comience el pase de facturas sobre deslealtades. En definitiva, ya piensan en las próximas internas que definan el candidato a intendente, algo que les encanta; y que hace muchos años tiene a los mismos protagonistas.