
A poco más de un año de gestión del nuevo gobierno nacional, Lisandro Lanzón, concejal de la Unión Cívica Radical (UCR) en Tigre, reflexionó sobre el rumbo del país y los desafíos que enfrenta. “Si pensamos en el país que imaginábamos en diciembre de 2023, la verdad es que hoy hay que decir que nos salvamos. Nos enfrentábamos a una pared con un auto a 200 km por hora. Hoy, el balance es que se terminaron los piqueteros del desquicio y avanzamos en poner en marcha la Argentina para dejar atrás tantos fracasos a los que nos tenían acostumbrados los gobiernos anteriores”, señaló con contundencia.
El edil destacó el liderazgo del actual presidente Javier Milei, a quien calificó como un referente decidido. “La gente decidió esto, y el presidente lidera con mucha decisión junto a Bullrich y Petri, quienes tomaron la decisión inmediata de acompañar este gobierno. En aquel momento, muchos consultaban por la neutralidad de algunos partidos. Pero la neutralidad es para los partidos; los referentes y militantes no podemos ser neutrales ni indiferentes. Había que acompañar el cambio. Lo que hoy tenemos es algo revolucionario, y será muy difícil volver atrás, por suerte”, enfatizó.
Lanzón también vislumbró un posible escenario de confluencia entre Mauricio Macri y el que gobierna el Estado nacional, con un objetivo claro: erradicar de una vez por todas el kirchnerismo. “Hay que ser claros: en la provincia de Buenos Aires está un loco como Axel Kicillof, alguien que se equivoca y persiste en el error. Cree que cobrando impuestos, con una presencia estatal desorbitante y apretando a los que producen va a mejorar la calidad de vida de la gente. Está desquiciado en la gobernación. El futuro tiene que ver con generar una oferta electoral potente que liquide (en terminos politicos) esa resistencia a ser una Argentina mejor”, afirmó.
Para Lanzón, la etapa actual marca el fin de lo que definió como el “marketing del desastre”. “Se terminó financiar pelotudeces desde el Estado. No va a haber más subsidios para una industria argentina que nunca logró ser competitiva. Estamos dejando atrás el modelo de echar culpas, lo que hacía el peronismo, que gobernó con mayorías parlamentarias y nunca resolvió los problemas. Hoy corresponde ir por el camino de la transformación que lideran Milei y Bullrich. La Argentina se encamina a un proceso de crecimiento y deja atrás el riesgo país”.
Sobre el radicalismo, Lanzón fue categórico al marcar diferencias internas. “El radicalismo no puede expulsar a estos diputados por defender lo que planteamos durante la campaña electoral. Hay una divisoria muy clara: un radicalismo que compite internas, pierde y la primera foto que se saca es con Katopodis y Kicillof. No podemos terminar siendo boleteros en el tren kirchnerista ni cómplices del saqueo. Lo que me da bronca es que, alrededor de causas nobles, lograron chorear y currar para sostenerse en el poder. Analizás esas causas justas y te das cuenta de que eran mentiras para currar. Se cerró el Ministerio de la Mujer y no aumentaron los femicidios. Hay que terminar con el chamuyo y el relato berreta”.
En el ámbito local, apuntó contra el gobernador bonaerense por lo que definió como un abandono hacia Tigre. “Hace años que la interna del justicialismo metió la cola y aisló a Tigre. Desde el momento en que Massa se pelea con Cristina Kirchner, no recibimos más obras ni apoyo de la provincia. La provincia saquea a Tigre, y los intendentes son cómplices al no denunciar esta situación. Cuando tenés una presión fiscal tan alta y sos uno de los principales recaudadores del impuesto inmobiliario municipal, además de contar con industrias potentes que ayudan a recaudar, toda esa recaudación no vuelve hace años. La gente reclama patrulleros y salud para tapar el agujero que deja la provincia”.
Por último, consideró que se viene un cambio importante en la discusión política provincial. “Va a haber un castigo político a este modelo. Creo que la batalla cultural se dará en la provincia de Buenos Aires, con un calendario electoral que cambia con boleta única de papel. Vamos a tener una agenda de discusión local, y ahora sí se discutirá si lo que hace el gobernador está bien o no. En Tigre, por ejemplo, los vecinos pagan impuestos elevados y no ven servicios a cambio. Es hora de trabajar en un plan de desarrollo industrial y de infraestructura que resuelva los problemas de base, como las calles colapsadas. La falta de planificación es evidente, pero es el momento de encarar las soluciones con seriedad”.