
El historiador advirtió sobre la falta de financiamiento en sectores como la investigación y la salud.
El historiador y profesor Gabriel Di Meglio fue desplazado de la dirección del Museo Histórico Nacional, en una decisión que, según declaró en Radio Urbana BA, se le comunicó sin explicaciones formales y que atribuye a motivos políticos.
“Me llamaron por teléfono y me dijeron que no continuaba. Cada seis meses te reincorporan automáticamente y esta vez me avisaron que no lo harían”, relató. “Pregunté y me dijeron que era una decisión política. Después, off the record, me mencionaron que había dicho en medios que no teníamos presupuesto, algo que es absolutamente cierto.”
Entre las versiones que circularon tras su despido, Di Meglio mencionó la posibilidad de que su reemplazante, una ex jefa suya, hubiera solicitado el cargo, y que algunos trascendidos asociaban su salida al polémico destino del sable de San Martín, una pieza histórica que el director defendió como patrimonio legítimo del museo.
“Es junto con la bandera de Macha, una de las piezas más simbólicas. El sable fue donado al museo por Manuela Rosas. En 2015, volvió al Histórico por decreto presidencial, tras años en el Regimiento de Granaderos, y siempre rechacé su traslado, incluso cuando lo pidió el Ministerio de Defensa.”
Di Meglio destacó los avances logrados durante su gestión, con el objetivo de modernizar el guión museográfico y ampliar el alcance del museo hacia el siglo XX. Resaltó exposiciones sobre el rock nacional y el fútbol como estrategias para atraer nuevos públicos y reforzar el vínculo con la sociedad.
“Venía del mundo académico, pero siempre me interesó conectar con el afuera. Estábamos preparando una muestra para fin de año y tratando de formar una pequeña colección del siglo XX.”, aseguró.
El historiador alertó sobre el deterioro creciente en instituciones culturales y científicas del país, vinculando su despido a la falta de inversión estatal. “Es una situación muy grave. El desfinanciamiento puede trasladarse a salud, ciencia, educación. Ya vivimos esto en los ’90, y ahora parece más extremo, no solo se desfinancia, se paraliza o se destruye.”