El fuero contencioso administrativo porteño dio lugar el viernes a un pedido de amparo de la actriz Florencia de la V, para que en su documento figure su identidad de género y no su nombre actual, Roberto Carlos Trinidad. La demanda fue elaborada por la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT) y se presentó junto con otra treintena de amparos a principios de este mes, ahora que la identidad de género es petición prioritaria entre los organismos de diversidad sexual.

Desde el retorno democrático, varios jueces fallaron para que travestis y transexuales puedan obtener el cambio registral, en la mayoría de los casos, junto con la intervención quirúrgica. Según la Comunidad Homosexual Argentina, hay entre 60 y 80 sentencias favorables, y en la actualidad habría aproximadamente otros 100 casos judicializados, 24 de los cuales son llevados adelante por el área jurídica de esa organización. La particularidad de esta nueva campaña de la FALGBT es que los amparos van acompañados de una medida cautelar que acelera los plazos. En promedio, la justicia tarda en resolver sobre el tema entre cinco meses y dos años, aunque los dos últimos pedidos de autorización presentados en juzgados familiares y con resolución en octubre de este año, sólo tardaron uno.

Tal como sucedió con el matrimonio igualitario, estos amparos coinciden con la presentación en el Congreso de la Nación de nuevos proyectos relacionados con la identidad de género que incluyen cambios registrales y corporales. Además de estas dos nuevas propuestas, hay en el Parlamento un proyecto de identidad de género de la ex diputada socialista Silvia Augsburger (la misma que, junto con Vilma Ibarra, presentó la ley de matrimonio), que cuenta con la firma de otros once legisladores del ARI, Diálogo por Buenos Aires, Frente para la Victoria, Partido Socialista, Proyecto Sur, Peronismo Federal y Coalición Cívica.