El Ministerio de Economía presentó en el Congreso las estimaciones preliminares del Presupuesto 2026, que marcaron un escenario optimista en inflación, actividad económica y recaudación. El documento oficial señaló que el dólar oficial se mantendrá sin grandes saltos hasta fin de año. Según el informe, la cotización finalizará diciembre en $1.229, un nivel similar al valor actual de referencia.
La proyección contempló un incremento del tipo de cambio nominal del 20,4% durante 2025. Ese ritmo quedará por debajo de la suba de precios prevista, que alcanzará el 22,7%. Este desfasaje provocará una apreciación real cercana al 8,6%, lo que implicará que el dólar perderá terreno frente a la inflación. Las autoridades defendieron este sendero cambiario como parte de la estrategia para anclar expectativas.
En relación con la evolución de la actividad, el Ejecutivo calculó que la economía crecerá un 5,5% durante 2025. El rebote llegaría tras la caída del 1,7% que provocaron la devaluación, la aceleración inflacionaria y el ajuste fiscal en 2024. Por sectores, el agro mostrará una suba del 2,1%, la industria avanzará 5,3% y el comercio exhibirá un incremento del 7,6%. No se precisaron datos de la construcción.
La demanda interna también se expandirá. El consumo privado aumentará un 7,2%, mientras que el gasto público registrará un alza del 5%. El Gobierno confía en que la inversión repuntará 22,7% frente al año anterior. Este comportamiento acompañará la mejora general de la actividad.
Las cuentas externas reflejarán un crecimiento de las importaciones, que subirán 19,6% en valor, mientras que las exportaciones avanzarán apenas 3,8%. De esta forma, la balanza comercial arrojará un superávit de US$4.913 millones. Este saldo representará una disminución significativa respecto del superávit cercano a los US$17.000 millones en 2024. Algunas consultoras dudan que se concrete ese monto y prevén un resultado más acotado.
El informe oficial presentó a la estabilidad fiscal como eje central de la política económica. «El equilibrio fiscal se mantendrá como un compromiso inclaudicable del Gobierno, acompañado por políticas que prioricen la contención social de los sectores más vulnerables y la revalorización del trabajo como eje integrador y organizador de la sociedad», afirmó el documento enviado al Congreso. Entre las prioridades, el Ejecutivo incluyó la eliminación de la emisión monetaria, el impulso de las reformas que figuran en la Ley de Bases y la modernización del Estado.
El Gobierno proyectó además un aumento de la presión tributaria. En 2026, la recaudación representará un 22,74% del Producto Bruto Interno, por encima del 22,23% que se estimó para 2025. Según el mensaje oficial, este incremento obedecerá al «efecto neto de modificaciones en el contexto macroeconómico, así como también a medidas de política y administración tributaria».
El Impuesto al Valor Agregado crecerá un 18,7% respecto del año anterior, mientras que el Impuesto a las Ganancias subirá un 23,2%. Este último mostrará una incidencia superior sobre el PBI, con un alza de 0,15 puntos porcentuales. Los tributos aplicados a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono tendrán un salto del 61,2%, porque se actualizarán las sumas fijas de cálculo en línea con la inflación, aunque el Ejecutivo deberá autorizar esos ajustes mediante resolución. Por su parte, los derechos de exportación crecerán un 66,7%, ya que el proyecto no contempla la prórroga de la rebaja de retenciones que se aplicó a productos como soja, maíz, trigo, sorgo y cebada.
En materia de política económica, el Poder Ejecutivo insistió en que continuará el proceso de desregulación de la actividad y la transformación del Estado. «Asimismo, se profundizará el proceso de desregulación y transformación del Estado con el objetivo de lograr un servicio público que haga un uso eficaz y eficiente de los recursos aportados por los ciudadanos», se destacó en el informe.
Por último, el Gobierno incluyó como prioridad el fortalecimiento de las áreas de defensa y seguridad. El documento aseguró que estos lineamientos buscan garantizar que la sociedad cuente con condiciones de orden y libertad para su desarrollo.