Difundimos nota de opinión de Alfredo Buglioni, Secretario de Comercio Interior bonaerense, y ex Secretario de Industria y Comercio de San Martín. El licenciado defiende la postura del gobierno y le apunta a la oposición.
Evidentemente estamos en un tiempo electoral, en donde cada uno de los actores y protagonistas mueven sus fichas en el tablero, el oficialismo en busca de no perder las mayorías en las legislaturas, y por lo tanto continuar con su programa de Gobierno, y la oposición que busca una victoria para condicionar el rumbo que ha tomado este e imponer con otros actores condiciones distintas de las actuales.
Cuales son los argumentos del oficialismo:
a) Más de cinco años de crecimiento sostenido al 8,5% anual.
b) Nivel record de reservas; mas de 46.000 millones de dólares.
c) Se duplicaron las exportaciones más de 61.000 millones de dólares.
d) Se mantiene un tipo de cambio competitivo y estable.
e) Cancelación de la deuda al FMI.
f) Mantenimiento del superávit fiscal en torno al 3%.
g) El sector industrial creció a un promedio del 5.9% en 2008.
h) El sector de la construcción es el más dinámico.
i) La producción de automotores supero las 540.000 unidades.
j) La tasa de desempleo bajo a niveles histórico del 7,8%. Cuando estaba alrededor del 20%.
k) El salario mínimo paso de 360$ en 2003, a 1240% en 2008.
l) Se redujo el nivel de pobreza del 55% del 2003, al 17% en 2008.
m) Se redujo el nivel de indigencia del 27,7 % del 2003 al 5% en 2008.
n) Tenemos una Corte de Justicia independiente y de prestigio.
La verdad es que podríamos seguir enumerando los logros que todos hemos conseguido con gran esfuerzo; sin duda hay mucho por hacer, es por ello que debemos profundizar este modelo de desarrollo productivo y de justicia social. Pero que quede claro, si hay que defender el sacrificio del pueblo argentino hecho a partir de la crisis a que nos llevó la “Alianza” –donde estaba Carrió, Morales, Cobos y Ricardo Alfonsín- en el 2001, estamos dispuestos a salir con los botines de punta.
¿Qué nos ofrece la oposición? Por un lado la no gestión en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y un empresario, que nunca gestionó en el Gobierno, por otro, un arrepentido que hasta dejó ya sus aspiraciones presidenciales.
Por su parte, la “colisión cínica”, donde su máxima dirigente no participa y seguramente nos anunciará en los próximos días que se viene un gran sismo político y otras yerbas, aliado ahora de los restos del partido centenario, especulan con los restos de un político –que aún en la disidencia- guarda nuestros respetos.
No me quiero olvidarme de la mesa de “desenlace” en donde algunos dirigentes como lo hicieron con Yrigoyen en los veinte, Perón en los cuarenta, y con Alfonsín a fines de los ochenta, tratarán de condicionar a quien gobierne para mantener su interés.
Vamos a reproducir algunas líneas para tener una perspectiva de la gente con que se rodea nuestra oposición: “…el Gobierno fija la tasa del impuesto de acuerdo al dinero que quiera extraer de los productores rurales. La cantidad de este dinero no depende de la valuación, que en todo caso debe ser una estimación prudente de la realidad; sino de la pura y simple voluntad del Gobierno, que en el presente caso quiere más dinero, a pesar de la situación critica de las actividades agropecuarias, y de la mala situación de los contribuyentes”.
Estas palabras no las dijo ningún miembro de la Mesa de Enlace sino Luis Duhau, presidente de la Sociedad Rural Argentina, en 1927, quien participó del derrocamiento de Hipólito Yrigoyen, fue parte de la delegación argentina que llega al pacto Roca-Runciman y ministro de Agricultura y Ganadería del presidente Justo, a quien Lisandro de la Torre acusara por el negociado de los frigoríficos. Y traemos esto a colación porque cada vez queda más claro que, políticamente, la Mesa de Enlace representa un modelo de país agroexportador con negocio para poquitos y hambre para muchos.
No les interesa ni las economías regionales, ni el problema de la carne o de la leche, ni el trigo ni el maíz, sino la soja, o acaso no decían que si tienen que pagar 80 pesos el kilo de lomo que la gente lo pague…
Además, están las empresas de comunicación que tienen su propio interés corporativo, económico, como así también ideológico, que intentarán, como siempre, desprestigiar a la dirigencia política, a los proyectos políticos, a las expectativas y esperanzas que la comunidad quiera articular.
A estos mercaderes les contestamos con la nueva Ley de Radiodifusión, de la cual hablamos en el suplemento “Camino al Bicentenario de la Nación”.
Más allá de las diferencias de estilo el Peronismo siempre va proponer un Proyecto Nacional y un modelo de resolver los problemas, por eso vamos a militar por este Modelo de Justicia Social con Desarrollo Productivo.
Por Alfredo Buglioni