
El gobernador intentó acelerar los tiempos y terminó dando un paso en falso en la Legislatura. Sin embargo, la próxima semana, sus “socios” avanzarán con un proyecto unificado para suspender las PASO.
Este jueves, Axel Kicillof fue advertido con un mensaje contundente por parte de sus aliados dentro del peronismo. La ausencia de referentes kirchneristas y massistas en la sesión de la Legislatura bonaerense, donde se buscaba debatir la suspensión de las PASO en la provincia, le recordó que en el espacio de Unión por la Patria (UP) las decisiones se toman en conjunto y que, por el momento, no cuenta con el respaldo suficiente para actuar de manera unilateral. No obstante, el conflicto no escalará demasiado: la próxima semana se discutirá un proyecto con la misma intención que impulsa el gobernador.
El jueves 27 de marzo el bloque de UP en la Cámara de Diputados de la provincia pondrá a consideración un proyecto que unifica dos iniciativas previas: la presentada en noviembre pasado por el massista Rubén Eslaiman—que tenía vacíos en lo referido al financiamiento y los tiempos de la junta electoral— y una más reciente impulsada por la legisladora cercana a Kicillof, Susana González. “Ya hubo reunión de bloque y está todo en sintonía para que suceda”, afirmó una fuente con despacho cercano al gobernador en La Plata.
La versión oficial contrasta con la imagen que dejaron un grupo de siete diputados afines al mandatario cuando ocuparon un recinto casi vacío, acompañados únicamente por algunos legisladores libertarios y macristas, en un intento por suspender por única vez las PASO y modificar los plazos de la ley electoral bonaerense. La presencia solitaria de Carlos “Cuto” Moreno, un ex operador de peso dentro del kirchnerismo y hoy alineado con Kicillof, dejó en evidencia que el llamado «axelismo» aún no ha logrado consolidar un liderazgo dentro del peronismo.
A pesar de las disputas y maniobras internas, dentro del oficialismo provincial son conscientes de que el tiempo para marcar diferencias se agota. La Cámpora, con su habitual destreza en la interna, sigue avanzando con su propia estrategia, pero tarde o temprano todos los sectores deberán alinearse para hacer frente a los libertarios y sus aliados en el territorio bonaerense. Según las encuestas que manejan—entre ellas una de la consultora Analogías—, UP se mantiene como la principal fuerza política, aunque La Libertad Avanza junto al PRO podrían acortar la brecha.
La reciente fotografía del presidente Javier Milei junto a los diputados de Pro, Cristian Ritondo y Diego Santilli—en una mesa donde también estaban Karina Milei y el operador bonaerense de La Libertad Avanza (LLA), Sebastián Pareja—sugirió que ambas fuerzas políticas están dispuestas a formar una alianza para las elecciones legislativas en el distrito más importante del país. A diferencia de lo que ocurre en la ciudad de Buenos Aires, donde el macrismo y los libertarios competirán entre sí, corriendo el riesgo de fortalecer al peronismo, en la provincia parecen inclinados a negociar espacios.
Mientras tanto, la próxima semana, kirchneristas, massistas y axelistas volverán a reunirse en la Legislatura bonaerense. Facundo Tignanelli, principal referente de La Cámpora en ese ámbito, se muestra dispuesto a tratar el proyecto impulsado por el massista Rubén Eslaiman, pero no el de la legisladora axelista Susana González. La tensión entre la organización liderada por Máximo Kirchner y Axel Kicillof sigue sin resolverse, y el gobernador continúa sin acceso directo a Cristina Kirchner, la única con la capacidad de ordenar a su hijo dentro del esquema político. La relación entre ambos permanece totalmente congelada.
La expresidenta reaparecerá el sábado en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, un espacio donde retomará su característico discurso de tono académico, lo que sugiere un límite a la estrategia de confrontación a través de las redes sociales bajo la etiqueta “Che Milei”. En su intervención, es probable que dirija fuertes críticas al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)—cuyos detalles el Gobierno aún no ha revelado—y exprese su solidaridad con los jubilados afectados por los recortes libertarios. Sin embargo, hasta el momento, no ha dado ninguna señal de que planee postularse nuevamente.
Tampoco lo ha hecho Sergio Massa, quien la semana pasada volvió a la escena política a través de su espacio, el Frente Renovador. En la Cámara de Diputados bonaerense, el exministro cuenta con el respaldo de Alexis Guerrera, una figura clave para evitar una fractura dentro del oficialismo en un territorio que el peronismo considera fundamental para su recuperación a nivel nacional. No es un dato menor que en la provincia de Buenos Aires, Massa se impuso tanto en la primera vuelta como en el balotaje de 2023 contra Milei.
Este antecedente es utilizado por Kicillof y los intendentes peronistas del conurbano como prueba de su peso dentro del espacio. Sin embargo, el desafío para Unión por la Patria (UP) es que tanto el gobernador como un sector importante de los jefes comunales—incluidos algunos de distritos clave como La Matanza—consideran que ese respaldo electoral les otorga la legitimidad suficiente para ganar mayor protagonismo en la estructura del peronismo y no quedar relegados en el próximo armado de listas. En definitiva, esa es la verdadera disputa que se hizo evidente en la Legislatura bonaerense.
De cualquier manera, hay un hecho indiscutible: los bonaerenses no quieren acudir a las urnas en múltiples ocasiones a lo largo del año. Según un relevamiento de la consultora Analogías, el 64,1% de los encuestados expresó su preferencia por votar todos los cargos en una única jornada. Esa postura coincide con la de Cristina Kirchner, quien rechaza la idea de desdoblar las elecciones, una iniciativa que Axel Kicillof sigue impulsando.
Sin embargo, el gobernador sostiene su propia argumentación: con la implementación de la boleta única, el nuevo formato electoral podría generar complicaciones en los comicios concurrentes. Por ahora, el desenlace de esta disputa sigue siendo incierto.