Hombre de confianza de Eduardo Duhalde, habla de la candidatura de su jefe político, del armado ideal del peronismo disidente y del rol de Mauricio Macri en ese esquema.
Fue ministro de la Producción de los gobiernos de Eduardo Duhalde en la provincia de Buenos Aires y, hoy, ocupa la presidencia del Movimiento Productivo Argentino, de fuerte impronta duhaldista. Pero, en el mundillo político, Carlos Brown es, además, el vocero que Duhalde siempre elige cuando quiere instalar sus puntos de vista. Su mano derecha, en definitiva, tanto en términos de armado político como a la hora de establecer vínculos con el mundo empresario. De ahí el peso de estas declaraciones, en las que coloca a Roberto Lavagna como ladero de su jefe político para enfrentar la carrera presidencial, y en las que delinea el esquema ideal del bonaerense, con Mauricio Macri revalidando títulos en la Ciudad y con Francisco de Narváez sumándole votos en la provincia de Buenos Aires.
¿Da por hecho que Duhalde será candidato a presidente o es sólo una posibilidad entre tantas?
No. Lo doy por hecho. Sin perjuicio de que, dentro del Peronismo Federal, haya otros que también quieran serlo. Podrá haber consensos, pero también internas, porque hay que legalizar la candidatura. Pero Duhalde es candidato a presidente. Lo tiene absolutamente asumido.
Por lo pronto, no ha logrado persuadir al resto del peronismo disidente.
Es que hay dirigentes que también quieren ser candidatos y están en su derecho. Pero hay mucha gente persuadida de que el candidato es Duhalde. Si Felipe Solá o Mario Das Neves, por dar dos nombres, también quieren ser candidatos podrán serlo y se decidirá en los ámbitos que correspondan. Nosotros estamos convencidos de que Duhalde es el mejor candidato, y que va a triunfar tanto en una interna partidaria como en una elección general.
La sensación es que, dentro del peronismo antikirchnerista, se lo valora más como eventual armador que como candidato.
No. Se lo valora como armador y se lo valora como candidato. Y, en ambos casos, tiene mucho acompañamiento. Es indudable que Duhalde tiene características de armador, porque siempre lo ha sido. Y también es indudable que su armado principal está en la provincia de Buenos Aires, que por su peso electoral y por cómo se elige presidente, tiene una incidencia muy grande en el resto del país. Pero como candidato también tiene reconocimiento.
¿Es posible que haya sólo un candidato del Peronismo Federal? Hoy parece difícil.
No está mal que haya dos, o tres, mientras todos vayan a internas y quede uno. El Peronismo Federal, en su conjunto, va a estar dentro de un espacio político propio, con un único candidato elegido en la interna establecida obligatoriamente para el mes de agosto.
En su momento, Duhalde dijo que estaba dispuesto a enfrentar a Kirchner en una interna. Hoy eso está descartado, ¿no?
Hay una decisión casi definitiva de armar un espacio propio. Está claro que la ley electoral y la reglamentación que se ha conocido, que todavía no es la definitiva, deja espacio para muchas dudas, como para que estemos convencidos de que haya que ir por ahí.
¿Por ejemplo?
Que sea la autoridad partidaria, que sigue siéndolo hasta fines de 2011, la única en condiciones de establecer las alianzas, el nombre de la alianza o acuerdos previos a las internas, todo lo cual significa un condicionamiento. ¿A qué me refiero? A que se elija Frente para la Victoria como nombre o que se hagan acuerdos con partidos con los que no estamos de acuerdo o con los que no nos sentimos cómodos, como los espacios de Luis D’Elía o Edgardo Depetri. A eso me refiero.
Mario Das Neves lo cruzó duro y dijo que había que jugar por adentro. O sea, enfrentar a Kirchner en internas.
Hay que ver lo que termina haciendo Das Neves, porque cuando se dé cuenta de que esto que señalo es cierto, que participar sería legitimizar a sectores que nada tienen que ver con el peronismo, se va a dar cuenta y va a trabajar con nosotros.
¿Qué significa, en este contexto, que se haya caído el acto que Duhalde tenía previsto hacer en Paraná?
No, no se cayó ni se dejó de caer. Ahí se había planteado el encuentro como una posibilidad y, finalmente, no se dio. Pero no fue planteado sólo por Duhalde sino por varios dirigentes. Algunos otros opinaron que no debía hacerse todavía y no se hace. No creo que sea un problema: se fijará un lugar y una fecha en la que la mayor parte esté de acuerdo y punto.
¿No hubo una especie de desaire hacia Duhalde? Por ejemplo, de parte de Felipe Solá o de Francisco de Narváez.
No. A veces la prensa expresa medias verdades: una parte de verdad y otra de imaginación. No estaban de acuerdo, pero eso no significa un desaire a Duhalde, ni nada que se le parezca, porque tampoco Duhalde fue el inspirador del acto.
¿Ante qué dirigente Duhalde subordinaría su vocación de ser candidato?
Ante nadie. ¿Por qué la tiene que subordinar? Él tiene una candidatura y otros podrán tener otras.
En definitiva, el que va a elegir es el conjunto del electorado. Un problema que tiene Duhalde hoy es que, a pesar de cierta recuperación de su imagen, no mueve “el amperímetro” en las encuestas.
Eso se verá con el tiempo. Estamos exactamente a un año de la elección.
¿Cree que podrá remontar en un año?
Sí. Duhalde se fue de la presidencia con una imagen altamente positiva y un reconocimiento público importante, por haber sido el hombre que logró sacar al país de lo peor de la crisis. Dejó un país funcionando y la inmensa mayoría de los ministros y secretarios de Estado de los que se valió Kirchner. Es decir, hubo una clara continuidad de trabajo, que Kirchner aprovechó en sus primeros años.
Pero eso no se traduce en intención de votos.
Luego de eso vino el enfrentamiento con Kirchner, generado por Kirchner, y se lanzó una campaña brutal, desde el gobierno y desde sus medios amigos, para hacer caer la imagen positiva que Duhalde tenía. E, incomprensiblemente, lograron algún éxito. Ahora esto se está revirtiendo, claramente. Lo dicen los encuestadores: lo más notable es la caída de su imagen negativa. Detrás de eso vendrá la recuperación de su intención de voto. Hay gente que todavía duda si va a ser o no candidato. Cuando quede más claro que Duhalde va a ser candidato, quedará claro también que es el más indicado para revertir los grandes problemas que nos va a dejar esta administración.
¿Con quién le gustaría compartir fórmula en términos ideales?
Hay varios, pero nosotros hemos hecho algún análisis. Por ejemplo, una fórmula Duhalde con Roberto Lavagna puede tener un alto impacto positivo en la gente. A mí me gusta mucho y es una fórmula que puede alcanzar gran consenso en sectores medios, empresarios, productivos y también una muy buena repercusión en sectores populares.
Dijo Lavagna, y no Reutemann como se había publicado en estos días en Clarín.
Reutemann es un presidenciable que no quiere serlo. Si alguien como él dice que no quiere serlo, me parece que va a ser muy difícil que quiera ser candidato a vice. Supongo que se quedará en su provincia, no sé si para ser gobernador o querrá seguir como senador. No tengo la menor idea.
Lo cierto es que no lo cuentan ni lo van a esperar.
No lo contamos por las cosas que públicamente está señalando, pero no porque no sea un dirigente valioso.
¿Cómo está la relación con el macrismo?
Con Macri, históricamente, siempre tuvimos buena relación. Duhalde, con el tema de las escuchas telefónicas, salió claramente a decir que estas cosas tienen un viso claro de haber sido armadas por alguien.
¿Confían en su inocencia?
Lo dirá la Justicia, pero suena raro lo que le pasa. Y teniendo en cuenta la mecánica de este Gobierno, en el que todo aquel que se le opone es objeto de algún castigo, no me extrañaría que tenga algo que ver en todo esto.
Parecería que no quieren o no pueden prescindir de Macri, pero tampoco están dispuestos a darle un rol activo. ¿Es así?
En el mismo andarivel que Duhalde, no. Porque Duhalde quiere ser candidato a presidente. Además, si bien Macri tiene buena relación con algunos peronistas, no forma parte del Peronismo Federal. Tiene su propio partido.
¿Cómo puede darse esa eventual confluencia?
Si Macri intenta repetir en la Ciudad, a lo mejor se puede hacer una alianza importante.
Ése sería el esquema ideal de Duhalde.
Nadie puede imponerle nada a nadie. Macri sabrá lo que tiene que hacer, pero uno imagina que si Macri revalida sus títulos en la Ciudad, siendo un hombre joven como es, con posibilidades de continuar la vida política con mucha intensidad, los acuerdos pueden estar más cerca. Sería muy bueno electoralmente.
¿Y con De Narváez?
Con De Narváez estamos bien. Él forma parte del Peronismo Federal y es un hombre que ha planteado ya la posibilidad de ser candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, cosa que nos parece bien. Ganó las últimas elecciones y no estaría mal que fuese candidato en provincia.
¿Quedaron resabios del ninguneo de De Narváez al duhaldismo en la conformación de las listas del año pasado?
Creo que no. A lo mejor, en algunos ámbitos distritales, pero a nivel dirigencial, no. Esas cosas pasan y punto.
Y Duhalde lo quiere en su esquema, en la provincia.
Es que no tiene otro lugar para jugar, ya que tiene incompatibilidad para ser candidato presidencial. Por otra parte, es lo que ha manifestado siempre y es lo que planteó en la última elección: ser diputado para luego ser gobernador.
Quiere a De Narváez, como quiere a Macri en la Ciudad.
Son todas teorías, por el momento. En lo personal, diría que lo ideal sería un Duhalde-Lavagna a nivel nacional, un De Narváez para la provincia y un Macri en la Ciudad, más algún candidato fuerte que pueda haber en Santa Fe, Córdoba o Mendoza. Con esto yo creo que el amigo Kirchner se va asustar un poco y las posibilidades de triunfo, incluso en primera vuelta, van a ser muy ciertas.
Y a Felipe Solá, ¿dónde lo colocan?
Se verá… No estoy poniendo a nadie, simplemente estoy manifestando una idea, en forma personal. Hoy Felipe es presidente de un bloque muy importante y puede plantearse alguna alternativa en el Senado o ser un gran ministro del gabinete nacional. Es un nombre significativo, no es para desdeñarlo.
A esta altura Duhalde esperaba tener más incidencia en el aparato bonaerense, pero las deserciones esperadas, desde el kirchnerismo, no se produjeron.
Para eso hay que esperar, pero se va a dar. Incluso los intendentes del Conurbano, que hoy ya nos acompañan con sus segundas líneas, se van a ir sumando. Éste, que es un gobierno autoritario, en las cuestiones partidarias es despótico y no perdona la menor autonomía. Por eso, todavía, hay cierto miedo. Pero el miedo se irá.
¿Les preocupa el repunte de Kirchner en las encuestas?
No. Kirchner tiene techo. Lo mismo le pasaba a Carlos Menem. Podrá sacar un veinte o veinticinco por ciento de votos, podrá eventualmente llegar a segunda vuelta, aprovechando la dispersión de los partidos, pero lo que está claro es que no resiste una segunda vuelta, y menos con Duhalde. Supongo que intentarán llegar al cuarenta, pero de ahí a que lo consigan.
ENTRE MAGNETTO Y BIOLCATI
¿Cómo explica la reunión del peronismo disidente con Héctor Magnetto?
Son cosas que suceden como consecuencia de que el cansancio con el Gobierno ya es generalizado. Macri se junta con el Peronismo Federal y Magnetto los invita a su casa. Que se haya dado no tiene nada de malo. Acá hay mucha presión: contra intendentes, contra empresarios. Y a algunos ya no les importa y están dispuestos a juntarse y demostrar que forman un grupo importante en contra de esta situación.
¿La sugerencia de Magnetto, como se dijo, fue que el peronismo disidente finalmente decida su candidato y deje de lado los rodeos?
Eso lo habrá podido decir Magnetto como una posición personal, como lo podrán decir tantos otros. Lo que pasa es que la definición, de acuerdo a la ley electoral actual, solamente corresponde a partir de la interna obligatoria del 14 de agosto. Algunos partidos podrán ir con lista única, pero no sé si eso es bueno. Acá lo importante será los votos de la ciudadanía hacia una alianza determinada. ¿Qué va a pasar cuando, en las internas, el Peronismo Federal reúna más del cuarenta por ciento de los votos, el radicalismo el treinta y el kirchnerismo poco más del veinte? Será un anticipo de la elección de octubre.
Respecto de la reunión, ¿lo ve como un hecho normal que haya sucedido, en la casa de Magnetto y de esa forma?
Es absolutamente normal. Los Kirchner nos quieren acostumbrar a que cualquier reunión que haya deba ser vista como sediciosa o golpista. ¿Qué es esto? ¿Porque nos juntemos somos subversivos al orden? Por favor.
¿No supone una preocupante subordinación de la política a ciertas corporaciones? Se pregunta por esa reunión y también por el encuentro opositor en la Rural.
Si hay un gobierno que tiene amigos en los sectores empresarios y que los obedece es éste, así que no puede decir nada al respecto. Y después, ¿qué son las corporaciones? Una entidad gremial, ¿es una corporación? Si creemos que intentan tirar abajo a un gobierno es que estamos todos locos. La Asociación Empresaria Argentina, la Unión Industrial, Carbap, Confederaciones Rurales Argentinas, ¿qué son? ¿Entidades facciosas? Me extraña que lo diga Aníbal Fernández, que fue ministro de la Producción y trabajó con todas esas entidades. Yo lo vi y participó de varios eventos que esas entidades organizaron, y no decía lo que hoy dice.
¿No es una muestra de debilidad que las dos reuniones que tuvo el Peronismo Federal hayan sido motorizadas por terceros interesados?
No, son eventos significativos. La Exposición Rural es un evento que supera a la Sociedad Rural. Si fuese tan elitista no hubiese habido un millón de visitantes pagando una entrada.
La reunión con Magnetto, ¿no otorga más argumentos a aquellos que dicen que Duhalde es el candidato de Clarín?
Si hay un diario que le pegó a Duhalde, ése fue Clarín.
¿Le parece?
Duhalde va a ser candidato del Peronismo Federal y lo va a votar la gente. ¿Qué incidencia puede tener Clarín? Si la tuviera, con la guerra que tiene con el Gobierno, hubiera logrado algún mejor resultado. Y no veo que lo logre.
Fuente: Revista Debate