Macri y De Narváez están cada vez más distanciados. En el medio, la figura de Duhalde es tan apetecible como el poder y la estructura bonaerense que el ex presidente podría llegar a ofrecer.
La distancia entre Francisco De Narváez y Mauricio Macri es cada vez mayor. Para colmo, a las apetencias personales de cada uno, ahora se sumó la disputa por la simpatía de Eduardo Duhalde. Ambos buscan sintonía con el proyecto político del ex presidente.
En las últimas horas, tanto Macri como De Narváez le lanzaron rosas a Duhalde. El lomense no evita la sonrisa al ver como ambos dirigentes se pelean por ser sus aliados.
En las últimas horas, Macri juntó a su gabinete y a sus legisladores y les dijo: “Señores, los llamé para confirmarles que esto va en serio. Yo ya soy candidato a presidente". En el entorno ya afirman que se viene un “operativo de seducción a Duhalde”. Contradicciones de la política, hace poco el jefe de gobierno había dicho que el ex presidente debía mantenerse al margen de la discusión y lo criticó por haber promovido a Kirchner en el 2003.
Esa postura va a cambiar y el discurso público será distinto. Macri piensa en Duhalde como armador en la Provincia, y como puerta de entrada al PJ disidente. Si De Narváez no obtiene el aval de la Justicia o abandona su plan presidencial, la alianza de Unión PRO puede mantenerse.
La diputada nacional de PRO Gabriela Michetti admitió que siente "cierta decepción" por el distanciamiento entre Mauricio Macri y Francisco De Narváez, generado por las apetencias presidenciales de ambos. "Hay cierta decepción porque en las elecciones del 28 de junio, la cosa estaba planteada como Mauricio futuro candidato a presidente y Francisco a gobernador", dijo.
Hasta Jaime Durán Barba ha comenzado a asumir que el caudillo bonaerense es "un animal político". Asumió que "todos los peronistas van a hablar con Duhalde, aunque sea a escondidas".
De Narváez se diferencia del resto de la oposición y no quiere entrar en el terreno de las disputas que fortalezcan al oficialismo. Recorre el país y la provincia de Buenos Aires todas las semanas. "No se puede tener un proyecto nacional sin la provincia de Buenos Aires y no se puede gobernar la provincia sin un proyecto nacional", es una de sus frases preferidas.
Para De Narváez, Duhalde no podrá ganarle una interna del Partido Justicialista a Kirchner y el único peronista que queda que puede vencerlo es él mismo. Ambos se cruzaron en Expoagro y se dieron un calido abrazo.
Lo cierto es que tanto De Narváez como Macri imaginan a Duhalde de su lado, acompañándolos en una candidatura presidencial. A la inversa, el caudillo bonaerense se ve como el único hombre capaz de ganarle al kirchnerismo, con el “colorado” y el jefe de gobierno como sus aliados.