
A pesar de la gran expectativa que había por el encuentro, no se terminó dando. ¿Qué pasó?
El flamante presidente de Brasil, Lula Da Silva, llegó el lunes a la Argentina con un agenda nutrida en medio de la cumbre de la CELAC. Sin embargo, se fue este miércoles a primera hora con uno de los encuentros que más expectativa generaba: la reunión con la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.
Según información oficial del Planalto, la casa de gobierno de Brasil, el encuentro nunca estuvo en agenda, pero en el Frente de Todos se esperaba que ambos líderes se reunieran. Sobre todo el sector kirchnerista de la coalición de gobierno, quienes ponían gran entusiasmo entre el encuentro de Lula y Cristina.
Todo indicaba, según trascendidos extra oficiales, que el encuentro entre ambos dirigentes iba a ser el día lunes por la tarde, pero con el correr de las horas la reunión no se dio y pasaron todas las expectativas para el día martes, último día del mandatario brasileño en piso Argentino.
Para el martes a la noche, cuando culminaba la extensa jornada diplomática de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en el hotel Sheraton de Retiro, tanto en el entorno cercano de Cristina como en la comitiva brasileña se sumieron en un fuerte hermetismo. De una lado y del otro, las respuestas, ante las preguntan de la prensa, eran la mismas: “No hay información sobre el tema”.
Finalmente el conclave más esperado no se dio. Si bien Lula contaba con una agenda super apretada, no se saben los motivos concretos de porque no se terminó dando un encuentro que a priori estaba pautado, al menos de palabra.
En paralelo, trascendió extraoficialmente que hubo un desencuentro entre ambos en torno al lugar en donde reunirse y que, mientras que Lula habría solicitado que el encuentro fuera en el hotel de Retiro, la vicepresidenta habría ofrecido conversar con el líder del PT en su despacho de la Cámara alta. Pero esa versión no fue confirmada oficialmente ni por los colaboradores del brasileño ni por el entorno de la vice.
El factor Alberto
Algo está claro: el dirigente argentino preferido de Lula hoy se llama Alberto Fernández. Fue el propio jefe de Estado nacional el que fue a visitar al actual presidente brasileño cuando este se encontraba en la cárcel de Curitiba, algo que Lula jamás olvidará y que por siempre estará agradecido.
Ese factor, la gran relación de Lula con Alberto, podría haber sido clave para el encuentro que no se dio. Quizás el mandatario carioca no quiso incomodar a su amigo.