Volantes repartidos en el municipio, dirigidos a la concejal Patricia Yedro, le atribuyeron “usar rodilleras” y traicionar al Partido Justicialista. Y a Horacio Alonso lo chicanearon con que una mujer se ocupa de sus gastos. Apelación al recurso del anonimato para la ofensa del oponente. Y cómo fue la respuesta de la edil oficialista en el recinto.
Por Elisa Rossi
El edificio municipal de Tres de Febrero suele ser el escenario elegido por los dirigentes locales para sus volanteadas. Y también es común que haya textos para todos los gustos: propaganda, denuncia o, como en el caso de la semana que finalizó, descalificaciones personales de baja estopa.
Alguien volvió recargado después del día de los municipales, ya que la Comuna apareció empapelada con panfletos contra la concejal oficialista Patricia Yedro, quien se caracteriza por su incontinencia verbal, que en las últimas sesiones la llevó a enfrentarse con sus propios compañeros. Las consecuencias quedaron a la vista ese martes. Y el jueves 11 de noviembre fue el turno, nuevamente, de Horacio Alonso, alguien que conserva pocos simpatizantes en el curtismo, varios de ellos en el Concejo Deliberante.
Por un lado, a la edil se le endilgó “usar rodilleras” y traicionar el Partido Justicialista; a la vez que señalaron que no estudia, ni trabaja. Con el ex presidente del Deliberativo optaron por algo de enigma: “Papá volví. Pero ando tan seco que me tengo que voltear a Silvana Belli para que me pague los cigarrillos y el remís. Fernando”. Sin embargo todos saben que el papá es Curto y que Fernando es Alonso.
Cabe destacar que Yedro aprovechó la sesión del viernes pasado – en la cual ingresó la Ordenanza preparatoria para la Fiscal e Impositiva, a tratarse el 26 de noviembre – para hacer su descargo ante la mirada asombrada de la oposición. Según reprodujo el portal SMnoticias, en ese ámbito dijo: “No sé delante de quien me pongo de rodillas, yo todavía sirvo para la cama, me gusta mas el colchón”.
Además, blanqueó su alejamiento del espacio presidido por Jorge Urrutia. “Yo al bloque no tengo nada que ir a hacer, mi trabajo está acá, me pide que levante la mano, yo la levanto, y mi trabajo está en la calle”. De hecho, es un secreto a voces que el oficialismo sufre una fractura que amenaza con complicar al titular del Concejo, Agustín Ciorciari.