
El simulacro electoral del CNE y el acuerdo de “Reconocimiento de Resultados” entre el gobierno y la oposición buscan asegurar un proceso pacífico y transparente. Los seguidores del candidato opositor, Edmundo González Urrutia, confían en que estos comicios terminarán con los 25 años ininterrumpidos de gobierno chavista; incertidumbre por lo que pueda pasar el domingo
El proceso electoral en Venezuela está en plena efervescencia con una serie de preparativos y observaciones internacionales que buscan asegurar la transparencia y legitimidad de los comicios. El reciente simulacro electoral organizado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y la firma del acuerdo de “Reconocimiento de Resultados” entre el presidente Maduro y los candidatos opositores destacan el esfuerzo por garantizar un ambiente pacífico y ordenado. La participación de observadores internacionales, incluidos políticos de alto perfil y organizaciones como el “Centro Carter”, subraya la importancia del evento en el escenario global. Además, el programa de repatriación “Misión Vuelta a la Patria” refuerza el compromiso del gobierno con la reintegración de los migrantes, en un contexto de creciente interés internacional.
Carlos Raimundi, exembajador argentino en la OEA, declaró que no hay indicios de fraude en las próximas elecciones en Venezuela y que el ambiente previo a los comicios es completamente normal. Según Raimundi, quien llegó a Caracas esta semana para participar como observador electoral, el clima en la ciudad es de «paz social y trabajo», contrastando con la imagen de crisis que frecuentemente presenta la prensa internacional. En conversación radial, Raimundi describió la situación en Caracas como «normal, como en Buenos Aires o en cualquier otra capital latinoamericana» y destacó un «espíritu de recuperación» en el país.
En la elección del próximo domingo, el exdiplomático Edmundo González se presenta como el principal adversario de Nicolás Maduro. González está vinculado a María Corina Machado, quien se encuentra inhabilitada por ley para ocupar cargos públicos. Raimundi explicó que González «reúne varios sectores de la oposición» por esta razón. Recordó que María Corina Machado, en su rol como representante de Panamá ante Estados Unidos, hizo intervenciones solicitando una intervención directa de Estados Unidos en Venezuela, lo que, según Raimundi, contraviene las leyes de cualquier país soberano.
Finalmente, Raimundi aclaró sus funciones como observador electoral: «Estoy aquí representando a un observatorio que, hasta hace poco, formaba parte del Parlamento de Argentina y es reconocido internacionalmente, aunque no depende de ningún poder. Mi tarea, como indica mi título, es observar: evaluar el ambiente electoral, verificar el cumplimiento de los requisitos de imparcialidad y los plazos, entre otros aspectos», explicó.
Raimundi destacó que «el tema central es la ignorancia». Explicó que en Venezuela existen cinco poderes: los tres poderes tradicionales de las democracias liberales, además del Poder Electoral, que tiene el mismo rango que el Ejecutivo y el Legislativo, y el Poder Popular. Según Raimundi, la elección está completamente supervisada por el Poder Electoral, y hay numerosos observadores internacionales que previenen cualquier posibilidad de fraude, adulteración o manipulación de datos. Aseguró que las objeciones que se puedan presentar son «estríctamente político-ideológicas, ordenadas por el imperialismo«.
El pasado 30 de junio, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela llevó a cabo un simulacro electoral que incluyó la participación de coaliciones políticas tanto del oficialismo como de la oposición. Este ejercicio tuvo como objetivo garantizar la transparencia y eficacia de la jornada electoral oficial, así como familiarizar a los votantes con el proceso de votación. En este contexto, Venezuela también extendió una invitación al grupo BRICS para observar las elecciones, subrayando la relevancia del país en el ámbito internacional.
- En la semana previa a las elecciones, las autoridades electorales venezolanas contarán con la presencia del “Centro Carter”, una organización no gubernamental sin fines de lucro que tendrá la oportunidad de observar el despliegue de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en el marco del “Plan República”, destinado a proteger el material electoral y garantizar la seguridad durante los comicios.
Además, figuras políticas internacionales como el expresidente argentino Alberto Fernández, el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, el panameño Martín Torrijos, el exmandatario de República Dominicana Leonel Fernández y el colombiano Ernesto Samper se reunirán con todos los candidatos antes de la jornada electoral.
El presidente brasileño, Lula da Silva, confirmó que no viajará a Venezuela, pero que enviará a dos miembros de su servicio de justicia electoral y a su principal asesor de política exterior, el exministro de Relaciones Exteriores Celso Amorim, para observar las elecciones. Lula aclaró que no desea «pelear con Venezuela» y que su interés radica en «la relación entre Estados».
El 20 de junio, el presidente Maduro y los candidatos opositores firmaron un acuerdo de “Reconocimiento de Resultados” ante la Cámara Nacional Electoral. Este acuerdo tiene como objetivo asegurar un proceso electoral pacífico y respetuoso, estableciendo al poder electoral como la única autoridad legítima para organizar los comicios de julio. Se considera un paso crucial para fortalecer la confianza en el proceso electoral.
Paralelamente, el gobierno venezolano informó que el programa de repatriación “Misión Vuelta a la Patria” ha facilitado el retorno de más de un millón de venezolanos. El presidente Maduro ha instado a los migrantes a regresar, ofreciendo asistencia en áreas jurídicas, educativas y socioeconómicas. “Merecen atención y dignidad, y el Estado venezolano pone todo a su servicio para protegerlos y que vuelvan a su tierra”, subrayó Maduro, destacando la importancia de esta iniciativa para el resurgimiento nacional.