
La Ministra de Gobierno bonaerense y el vicejefe de gobierno porteño fueron los encargados de cerrar una mesa de reflexión sobre las problemáticas del AMBA. Evitaron los «dardos y chicanas» y coincidieron en rescatar el diálogo político, sin esquivar las diferencias de modelos.
La Ministra de Gobierno de la provincia de Buenos Aires Teresa García y el vicejefe de gobierno porteño Diego Santilli, fueron los principales oradores en el cierre del Foro Metropolitano 2020, que realizó durante cuatro días un conjunto de disertaciones de manera telemática.
El panel de cierre fue dedicado a la “Gobernabilidad del AMBA. Cómo acordar una agenda de cooperación interjurisdiccional para fortalecer la región socioeconómica Buenos Aires”.
El encuentro fue coordinado por Pedro Del Piero, presidente de la Fundación Metropolitana, y por Gastón Urquiza, Director Ejecutivo, quien agradeció “la disposición al diálogo y la tolerancia en la divergencia”. También estuvieron las diputadas nacionales Claudia Bernazza y Gisela Marziotta, el senador provincial Francisco Durañona, y la legisladora porteña Natalia Fidel.
Teresa García reflexionó que “el desafío de todo gobierno es tomar decisiones para resolver problemas, y cada expresión política lo hace bajo un modelo. Es cierto que hubo un modelo, producto de la pandemia, de acercamiento entre el gobierno nacional, provincial y porteño, que fue tranquilizador para la sociedad. Y tomó figura pública el AMBA”.
Y brevemente se refirió a la polémica de esta semana, y la aprobación del Parlamento al recorte de la coparticipación porteña: “Nadie le quitó nada a nadie. Hay una difusión legislativa donde corresponde, sobre qué significa un país Federal. Hay un país empobrecido, que no corresponde a una gestión particular, donde nuestro interior quedó relegado. Coincido en no crear nuevas estructuras, sino priorizar que pueda existir el diálogo, y no torturarse cuando no se puede”.
“Nuestro conurbano pasó de 4 millones de habitantes a 13 millones y medio. Hay gran déficit habitacional. Y del otro lado de la General Paz hace más de 50 años tiene la misma cantidad de habitantes, incluso con crecimiento de la oferta de vivienda. Nuestra base de sustentación es actividad industrial y productiva, y los ojos del gobernador estuvieron allí. Quizás para la Ciudad la prioridad fue otra por la importancia de los Comercios y los Servicios”, reflexionó.
Y también recordó el recorte de los fondos coparticipables que sufrió la provincia: “Esta provincia se ha ido poblando en su segundo y tercer cordón con mucha pobreza y condiciones indignas. Nuestra primer tarea es una provincia integrada, donde no haya un conurbano sobrepoblado, y con mucha riqueza en otros municipios. La idea del gobernador es la integración. Vamos a discutir todo lo necesario con cualquier jurisdicción. En algún momento la Provincia perdió 7 puntos de coparticipación. Poner de acuerdo a los 24 distritos del país no es sencillo. Pero tenemos la responsabilidad de tratar de llegar a los acuerdos posibles, no pensar en los imposibles, y que cada jurisdicción intente recuperar su trama social”.
En el cierre, Teresa García recordó que “encontramos una Provincia en problemas, sobre todo en materia sanitaria. Ahora estamos intentando revitalizar los Puertos. Es una enorme oportunidad productiva. El asiento rural de nuevas poblaciones, que fueron corridas por los monocultivos. Tenemos en el conurbano a hermanos de todas las provincias, somos receptores de situaciones de expulsión. La plata no nos alcanza a ninguno. La responsabilidad de este gobierno es armonizar el territorio”. Y agregó: “Yo celebro que haya diálogo entre las legislaturas porque hay que preparar un futuro. Creo en el diálogo, tenemos cosas en común. Hay que conversar, sin ser ingenuos en que las confrontaciones existen, las tensiones y diferentes intereses. Hay que abordarlos, pero sin cortar el diálogo”.
Seguidamente le tocó la palabra al vicejefe porteño Diego Santilli: “Debemos encontrar puntos de común acuerdo. Los límites de la General Paz no impiden que pensemos políticas públicas integradas, sin colores políticos. La pandemia tuvo una agenda de cooperación muy importante. Se trabajó de manera conciliadora desde el día 1. En la Ciudad planteamos una estrategia de anticipación y prevención. El COVID no diferencia al porteño o al bonaerense. Si no trabajamos en cooperación la situación hubiese sido mucho peor”.
“Es imposible mirar a la Ciudad de Buenos Aires con sus 3 millones de habitantes, porque hay 3 millones y medio más que entran todos los días. Es una Ciudad de casi 7 millones de personas. En esta pandemia logramos trabajar seriamente y conjuntamente. No debemos descuidarnos porque el mundo ha tenido su rebrote, y nosotros ojalá no lo tengamos, pero hay que seguir cuidándose. Hay que seguir fortaleciendo la agenda de cooperación”, agregó.
Santilli repasó las políticas e inversiones en seguridad del gobierno porteño, y la colaboración con las autoridades bonaerenses: “Pudimos desarrollar un sistema integral de seguridad, sin pensar el delito desde un solo lugar y diseñamos un trabajo en conjunto, con trabajos de cooperación entre la policía de la Ciudad y la policía de la Provincia, y pudimos reducir la tasa de delito como la que había en 1999. Esto lo articulamos en conjunto. Yo trabajo muy bien con el Ministro de Seguridad de la Provincia Sergio Berni. Esto es central, hay que profundizarlo, siempre ponemos a disposición la tecnología de la Ciudad. La colaboración y el trabajo en equipo siempre ha sido una característica de nuestra gestión, y la vamos a mantener más allá de las discusiones políticas, válidas. Hay diferencias y diversidad, pero siempre vamos a ponernos en esa línea porque de nosotros depende gran parte de la sociedad Argentina”.
“Estoy dispuesto a seguir trabajando de esta manera. Creo que la política es el camino, el puente que nos permite construir a pesar de las diferencias. Encontrar soluciones. La política es la herramienta de transformación de la realidad. El futuro depende de nuestra decisión, para articular. Antes que porteños y bonaerenses, somos todos argentinos”, enfatizó el vicejefe porteño.
Antes, Francisco Durañona había dado su diagnóstico sobre la problemática estructural del AMBA: “La discusión central en la Argentina es cómo resolver los problemas estructurales que nos corren desde hace décadas, algunos incluso hace más de un siglo. Hay un drama estructural vinculado a la organización territorial, jurídico, política, poblacional de la Argentina. Y es exactamente al revés a lo que se propuso cuando se creó la Nación. El compromiso era organizar un país Federal. Estamos lejos de haber conformado un país Federal, y tenemos un país absolutamente desigual, inequitativo. Esta discusión es central”.
El senador bonaerense agregó: “No puedo dejar pasar que se diga que se quitó unilateralmente la coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires. Porque hubo una decisión unilateral previa, donde no intervinieron las instituciones como sucede ahora con el Congreso. Hace 3 años, por decreto, se benefició a un territorio que ya de por sí es el más rico del país. Esta discusión no es menor. Tenemos que discutir una nueva organización jurídica política en Argentina. ¿Está bien la cantidad de Provincias que tenemos? ¿Es correcto que la Capital Federal tenga autonomía similar o mayor que una provincia, siendo sede del gobierno central federal? El Área Metropolitana podría pensarse como una nueva Provincia, dividida en muchísimos municipios. Córdoba tiene más de 400 municipios. Otra posibilidad es crear nuevas Provincias en el Área Metropolitana. No podemos seguir con la misma organización que hace 200 años”.
Por su parte, la diputada nacional Claudia Bernazza, experimentada en políticas regionales en Buenos Aires, manifestó que “el Área Metropolitana no escapa a los problemas de las manchas urbanas que existen en todo el continente, con problemas de justicia, políticas distributivas, desarrollo, dependencia. Hay migrantes internos que son personas despojadas de su territorio que llegan a las grandes ciudades. Me gustan las fuerzas centrifugas que piensan en el movimiento de arraigo, y no en las centrípedas que buscan consolidar estas manchas urbanas y pensarlas como provincias autónomas. Hay que buscar recuperar el territorio, y que la gente pueda desarrollarse”.
La legisladora remarcó que “hay un aprendizaje que indica que lo que importa son los sistemas de conversación, mas que grandes arquitecturas institucionales que resultan pesadísimas. El aprendizaje de la pandemia fue que hubo que sentarse como AMBA obligatoriamente, y las decisiones que se tomaron no necesitaron estructuras previas, porque estuvo la voluntad política. Aunque no todo se puede coordinar, porque hay disputas de modelos, que no necesariamente enfrenta CABA con conurbano. Es una disputa que enfrenta a dos modelos de país, con subcategorías. Y hay que resaltar dos tipos de confianzas: Una para creer en el estado para resolver, y una segunda es para que la Democracia pueda tramitar los disensos a través de los votos. Tuvimos profundas diferencias en la Cámara de Diputados, y se tramitan, y gana el que tiene más votos. No hay que temer al disenso, hay modelos en disputa, pero debe haber confianza en la Democracia y en el Estado para continuar con las políticas en las que hay acuerdo”.
Antes, Gisela Marziotta había aclarado detalles de la votación que le quitó fondos a la Ciudad en el Parlamento: “Entre las correcciones del proyecto, en la Cámara de Diputados establecimos una mesa de diálogo entre el Gobierno Nacional y el Porteño, para ponerse de acuerdo en los recursos necesarios para la transferencia de la Seguridad. El diálogo y el consenso es la columna vertebral de la gobernabilidad. Se cumplió con la Constitución, y no como sucedió anteriormente con una decisión unilateral. Las fotos de cooperación que vimos en la pandemia deberían replicarse mucho más seguido. Debería haber una mesa en común con agenda de trabajo.
La encargada de abrir la ronda de discursos había sido la legisladora porteña de Vamos Juntos Natalia Fidel: “No hay Justicia Social sin coordinación metropolitana. Es una región que concentra al 50% de la población y produce el 40% del PBI. Tenemos debilidades para compensar. Hay gobernabilidad fraccionada. En un mismo territorio hay 4 esferas de gobierno. Y hay una ausencia de institucionalidad para ejecutar una coordinación, y esto también genera que no se sostengan en el tiempo políticas públicas”.