Los asesinatos de Franco Almirón y Mauricio Arce Ramos, de los que se cumplen dos años este 3 de febrero, constituyen un caso emblemático de violencia institucional. Fue la policía bonaerense la responsable directa de sus muertes, pero a las fuerzas represivas se le sumaron otras dos grandes corporaciones que cierran el cuadro. Comunicado de Segundo Centenario
Los asesinatos de Franco Almirón y Mauricio Arce Ramos, de los que se cumplen dos años este 3 de febrero, constituyen un caso emblemático de violencia institucional. Fue la policía bonaerense la responsable directa de sus muertes, pero a las fuerzas represivas se le sumaron otras dos grandes corporaciones que cierran el cuadro. Por un lado, los medios de comunicación hegemónicos que “compraron”, y supieron “vender” muy bien, la versión policial de los hechos, acusando a los jóvenes de haber descarrilado el tren y de estar armados. Una vez más la estigmatización de la pobreza y la juventud es el principal argumento al cual recurren cotidianamente. Y por otro, la corporación judicial que utilizó esta misma versión para intentar desligarse de la causa. Tres corporaciones actuando en coordinación no es casualidad y hoy, a dos años de estos asesinatos y en el año de inicio del juicio, es preciso señalar que sólo la organización política y el poder popular podrán contrarrestar estas maniobras, hacer justicia y avanzar hacia una seguridad democrática.
La política securitaria provincial continúa recurriendo a la represión y la mano dura, en clara oposición con la línea de seguridad comunitaria implementada por el gobierno nacional desde el 2003 y más particularmente desde la creación del Ministerio de Seguridad a cargo de Nilda Garré. Esas políticas represivas estigmatizan a nuestros jóvenes y los convierten en un sector extremadamente vulnerable a la violencia institucional. A la violencia de la exclusión económica y social, producidas por años de neoliberalismo, se le suma la violencia física.
Desde Segundo Centenario, en Unidos y Organizados, creemos en los jóvenes como parte de la solución y no del problema. Son ellos los constructores de una nueva Argentina. Ese es el rumbo que ha trazado nuestro Proyecto Nacional, Popular y Democrático, que hoy encabeza nuestra querida Cristina, a través de la ampliación de derechos, ya sea mediante las políticas inclusivas que combaten directamente la violencia social y económica, como también confiando, y reconociendo, su capacidad de discernimiento y decisión expresada a través del voto.
Será la justicia la responsable de dar una condena ejemplar a los responsables de estos terribles asesinatos, y será nuestra labor militante la de mantenernos unidos, organizados y movilizados para que la justicia cumpla con su trabajo, para que el Estado continúe siendo popular y para que los casos como el de Franco y Mauricio sean definitivamente parte de pasado.
Segundo Centenario