En la Convención Anual del IAEF en Mendoza, Juan Schiaretti reafirmó su rechazo al kirchnerismo y su intención de construir una alianza política fuera del PJ. A pesar de sus esfuerzos por captar apoyos y expandir su partido, Hacemos por Argentina, aún enfrenta desafíos significativos, incluyendo la falta de compromisos concretos de líderes clave y la ausencia de avances en la integración con gobernadores peronistas “dialoguistas”. La incertidumbre que rodea su estrategia podría complicar la consolidación de una alternativa sólida en el panorama político.
Cristina Kirchner ha ganado protagonismo recientemente debido a su enfrentamiento con Javier Milei. El 17 de noviembre, el Partido Justicialista debe elegir a su nuevo presidente, y la exmandataria dejó algunos “mensajes” en un documento donde criticó al libertario. Comentó que se había “torcido” y que era necesario “ordenar las nuevas demandas para poder alinear pensamiento, palabra y acción”; sin embargo, no mencionó a ningún candidato específico para el cargo. Simultáneamente, Ricardo Quintela intentaba ganar apoyo con un evento en Entre Ríos. El gobernador de La Rioja cuenta con el respaldo de Axel Kicillof, pero no tiene el apoyo de La Cámpora ni es uno de los favoritos de la expresidenta. En paralelo, fuera de ese peronismo, Juan Schiaretti está intentando construir una alternativa: como en la campaña pasada, se enfoca en la “avenida del medio”.
Durante su reunión con líderes del peronismo entrerriano (incluyendo a la intendenta de Paraná, Rosario Romero), Quintela afirmó que Cristina Kirchner “es una líder natural del peronismo, no pertenece a ningún sector ni agrupación específica, es una candidata natural”. También insistió en la necesidad de reorganizar el partido para “ser competitivo y desarrollar un programa y proyecto de país atractivo para los votantes”.
El mitin contó con la participación de las diputadas nacionales Blanca Osuna y Carolina Gaillard; los exlegisladores provinciales Julio Solanas y Carina Ramos; el exdiputado nacional Marcelo Casaretto y el exintendente de Paraná y excandidato a gobernador Adán Humberto Bahl. Quintela ha estado realizando estas reuniones en diversas provincias –como Jujuy, San Juan y Chaco– para “tratar de despertar este gigante que estaba dormido y comenzar a avanzar”.
Aunque actualmente Quintela es el único candidato a presidir el PJ nacional, en La Cámpora desean promover a Cristina Kirchner, mientras que ella está considerando a la senadora catamarqueña Lucía Corpacci, quien también tiene una buena relación con Kicillof. La posibilidad de que la expresidenta la respalde la pone en una posición complicada. La principal duda es si el bonaerense está dispuesto a cambiar una decisión tomada por su “madre política”.
Cristina Kirchner aún tiene resentimientos con el riojano. Su hermana, Teresita Quintela, votó en contra de la Resolución 125 cuando era senadora nacional. Horas antes de la votación, le había dicho que “pensaría” en su decisión.
Schiaretti hizo su regreso en la Convención Anual del IAEF en Mendoza, donde volvió a criticar al kirchnerismo y reafirmó su objetivo de construir una fuerza política enfocada en “la normalidad”. Decidido a no postularse en las legislativas de 2025, está trabajando en formar una alianza transversal fuera del PJ.
Durante su visita a Mendoza, se reunió con el gobernador Alfredo Cornejo y participó en un panel junto a Ricardo López Murphy y Martín Tetaz. Su partido, Hacemos por Argentina, ya tiene presencia en 14 provincias y planea completar el mapa en los próximos dos meses. Están captando apoyos de otros movimientos que “compartan” sus propuestas.
En su lista de posibles aliados no descartan a Facundo Manes, Martín Lousteau y Horacio Rodríguez Larreta. Con el exjefe de gobierno porteño ya hubo acercamientos durante la campaña presidencial, cuando el dirigente de Pro intentó sumar al cordobés, quien ya se había lanzado como candidato.
El círculo de Schiaretti cree que la fractura del kirchnerismo continuará y que podrían incorporarse nuevos líderes. “No los radicalizados, pero sí aquellos del peronismo tradicional que habían quedado en el sector dominante”, comentan.
Miguel Ángel Pichetto, jefe del bloque de Encuentro Federal en Diputados, mantiene una comunicación constante con Schiaretti y está muy entusiasmado con la iniciativa del cordobés.
En esta estrategia, esperan incluir a dirigentes de los gobernadores peronistas “dialoguistas” como Raúl Jalil (Catamarca), Gustavo Sáenz (Salta) y Osvaldo Jaldo (Tucumán). Sin embargo, hasta ahora no hay indicios concretos de que estos gobernadores estén avanzando en esa dirección, ni están participando en las actividades del sector más rígido del PJ.
A pesar de la ambición de Schiaretti de construir una fuerza política alternativa al kirchnerismo, la falta de señales concretas de apoyo por parte de dirigentes clave y la ausencia de avances tangibles en la alianza con gobernadores peronistas “dialoguistas” subrayan la dificultad de su proyecto. La fragmentación del peronismo y los coqueteos con figuras como Rodríguez Larreta reflejan un escenario de inestabilidad y desunión que, en lugar de consolidar una verdadera alternativa, podría simplemente fragmentar aún más el panorama político. La falta de concreción en sus alianzas y la incertidumbre sobre la incorporación de nuevos dirigentes cuestionan la viabilidad y el impacto real de sus esfuerzos.