Mitos y verdades respecto del origen de este día. Fue la ONU, Organización de las Naciones Unidas, quien instauró en el año 1952 el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer a raíz de la muerte de 144 obreras textiles en el año 1908.
Por Mara Fernández Brozzi.
Muchas investigaciones acreditan que el motivo por el cual se celebra el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer no mantiene relación con lo que nos han contado.
Se nos dijo que era a causa de la muerte de 144 obreras en 1908. Unas cuarenta mil costureras industriales se declararon en huelga en demanda de mejores salarios, reducción de la jornada laboral, abolición del trabajo infantil, derecho a unirse a los sindicatos, entre otros reclamos. Los dueños de la fábrica Cotton Textile Factory encerraron a sus empleadas para que no pudieran unirse a la huelga, y fue entonces cuando se desató un incendio que acabó con la vida de más de cien trabajadoras.
Hemos consumido una verdad parcial, porque ese incendio sí se produjo (no existen coincidencias en cuanto al día y año exacto de esos sucesos), sí ocurrió, pero no fue la causa por la que se decidió la celebración internacional.
En el año 1914 se produjo un pronunciamiento masivo contra la guerra, y en el año 1917 una sublevación de mujeres rusas. La elección de la fecha debemos buscarla en estos orígenes.
Esta determinación fue tomada por los Partidos Socialistas de todo el mundo en 1917, y se debe a esta sublevación de mujeres rusas contra la guerra, siendo el prefacio de la Revolución Bolchevique; esa manifestación tuvo lugar en San Petersburgo el 8 de marzo.
Fue entonces a partir de 1917 que el 8 de marzo comenzó a universalizarse como el Día de la Mujer Comunista en los países bajo la órbita soviética, y luego en los países restantes.
Las mujeres del mundo habían puesto los ojos en lo que había sucedido ese día en San Petersburgo, cuando una extraordinaria manifestación de mujeres salió a la calle en reclamo de su derecho a comer, a votar y a conseguir el regreso inmediato de los combatientes. Esta marcha resultó ser el detonante de la Revolución Bolchevique, a los cuatro días el Zar abdicó y el gobierno le otorgó a las mujeres rusas el derecho al voto.
El mito del incendio, no por no haberse producido sino porque no fue la causa por la que hoy celebramos este día, tiene que ver con el carácter comunista del día. Así lo sostienen las historiadoras Liliana Kandel y Francoise Picq. Otra de las investigadoras, que logran romper con el mito generado por la ONU, Álvarez González, dice en su libro que “es interesante ver cómo en su informe la ONU silencia los sucesos de Rusia”.
No es un hecho menor centrarnos en estos datos, ya que tiene que ver con lo que cuentan de la historia, la verdad parcial, la verdad completa, la verdad vacía en algunos casos. Los sucesos de las obreras muertas en el incendio de la fábrica Cotton de Nueva Cork o la fábrica Triangle Shirtwaist, como sostienen otros registros históricos, se equipara en valentía y ejemplo a los de las mujeres rusas; ambos son hechos que merecen el recuerdo y la valoración de la lucha y la resistencia.
Lo que se cuestiona, en todo caso, es el mito que no permite ver la realidad, para así entenderla y sobrevalorarla, en muchos casos. Que la Organización de las Naciones Unidas esconda baluartes que tienen que ver con el comunismo, en aquel momento, es negar la historia, y peor que eso, inventar otra historia que era menos “ROJA” y por ende más aceptada internacionalmente.
Mitos y verdades que de una manera u otra hablan de las mujeres como protagonistas de cambios, como fieles participantes de la historia, como propulsoras de victorias que hoy todas disfrutamos. A todas ellas, y a tantas otras que han hecho camino para que hoy podamos pisar como pisamos. A las costureras de Chicago, a las Bolcheviques de Rusia, a las ilustres conocidas, y a las ilustres que no todos conocemos, que pavimentan día a día el camino de cada uno de nosotros.
A la mujer, no por género y desde una diferencia y posición tonta, a la mujer por ser sólo una pierna más en el camino de todos y cada uno de los hombres, una pierna nuestra y otra de ellos suman dos. Y dos son las que se necesitan para caminar.
A ustedes MUJERES, sólo por este Día Rojo en el Calendario.