Massa se reunió ayer con fondos de inversión interesados en su análisis de la coyuntura macroeconómica. Durante las reuniones en su búnker partidario de Libertador, discutió también la política a corto plazo.
El último ministro de Economía del gobierno de Alberto Fernández y competidor del presidente Javier Milei en las elecciones presidenciales del año pasado ha mantenido un perfil bajo desde la derrota electoral. Sin embargo, en privado, el tigrense está muy activo, manteniendo reuniones diarias y contactos políticos con gobernadores y legisladores de su partido, el Frente Renovador, que sigue siendo parte de UxP. Además, lidera la nueva fundación Encuentro, desde donde se realizan informes periódicos sobre la situación económica; trabaja como asesor financiero para proyectos regionales de fondos de inversión extranjeros, como Greylock Capital Management; y está preparando la publicación de su libro «Querer un país«, cuya presentación, algo retrasada, se realizará el próximo mes junto a Jorge Asís.
Por su trabajo en el mundo de las inversiones, se ha convertido en una voz solicitada por diversas empresas y fondos. Ayer, por ejemplo, dio una charla ante unos 12 fondos extranjeros, en la que compartió su visión sobre los primeros seis meses del Gobierno de Milei y, sobre todo, su perspectiva sobre el futuro de las variables macroeconómicas en un contexto de extrema incertidumbre.
Entre los asistentes, según informaron fuentes cercanas a Massa, se encontraban representantes de Discovery, el fondo estadounidense liderado por Robert Citrone. Citrone, un «viejo» conocedor del país, elogió meses atrás al ministro de Economía Luis «Toto» Caputo, a quien conoce desde hace más de 30 años, cuando Citrone trabajaba en Fondos Fidelity y el argentino en JP Morgan, en Nueva York. Durante la reunión, Massa habló sobre macroeconomía, el dólar, la liquidación de divisas del sector agrícola, la deuda de los importadores y su perspectiva sobre la acumulación de reservas en la segunda mitad del año. También discutió temas políticos, ya que los inversionistas están interesados en el futuro de la Ley Bases, tanto en caso de que se apruebe como si enfrenta obstáculos en el Congreso. Según las mismas fuentes, los inversionistas se reunieron previamente con altos representantes del Gobierno y con el senador Martín Lousteau, quien habría hecho un espacio en su apretada agenda legislativa para hablar con ellos.
Massa también centró su atención en la interpretación del Gobierno sobre el atraso del dólar, cómo este afecta la liquidación de exportaciones en mayo y por qué cree que esta situación no cambiará en junio. Además, discutió el posible impacto de la activación de los puts (seguros) del Banco Central, que suman unos USD 20.000 millones, en caso de una eventual eliminación del cepo. «Es dudoso que aún con el Fondo poniendo USD 10.000 millones se pueda levantar el cepo… si los ponen«, comentó, en referencia a las declaraciones de Caputo en el evento de la Fundación Libertad y Progreso y el CATO Institute.
Más allá de su encuentro con inversores, Massa cree que la sociedad marcará el ritmo del Gobierno en los próximos meses, y que la paciencia de la gente ahora se limita a tres meses (cuando en diciembre era de un año). Esto contrasta en parte con las tres preocupaciones principales del Presidente en este momento: las elecciones de 2025, mantener la estabilidad macroeconómica y absorber al Pro.
Las proyecciones que maneja el Frente Renovador indican que la aprobación de la gestión de Milei se consolidará por debajo de los 40 puntos. Además, los indicadores macroeconómicos no son alentadores: las proyecciones muestran aumentos en la inflación en junio y julio debido a los incrementos reprimidos en mayo, y el regreso del déficit fiscal este mes.
Con respecto al nuevo programa que Caputo afirmó que negociará con el FMI, Massa advierte que ve muy difícil que sea aprobado en el Congreso. Otro aspecto preocupante para su equipo es la sequía esperada para el próximo año, que considera similar a la que enfrentó durante su gestión ministerial.
Las proyecciones del Frente Renovador muestran que la aprobación de la gestión de Milei se consolidará por debajo del 40%. Frente a sus interlocutores, Massa reconoce la determinación de Milei para enfrentar un contexto muy complicado, aunque asegura que no ha vuelto a hablar con el Presidente y critica duramente la estrategia oficial de construir opinión pública atacando a la política.
“El Gobierno está demasiado concentrado en operar sobre la política y poco en la gestión”, afirma Massa en las reuniones en su búnker partidario de Libertador, en el centro porteño. Allí destaca el papel que ha asumido el “pan peronismo” en este contexto, en medio de una lenta reconstrucción en la que participan a sus respectivos ritmos los principales dirigentes del espacio, incluida Cristina Kirchner.
“No estamos organizando el desorden. Este fracaso que va a vivir la Argentina lo tienen que pagar los que lo ejecutan. Nos oponemos, pero dejamos hacer. Tienen que mostrar resultados que nunca van a venir porque no entienden que el mercado interno es el principal motor de la economía local”, aseguró, palabras más, palabras menos, en un encuentro privado hace unos días. Destacó además el rol de un «peronismo herbívoro«, al menos hasta el momento, en contraste con el «peronismo carnívoro de otras épocas».
En cuanto al panorama político a corto plazo, el ex ministro espera que, si finalmente se trata la Ley Bases, salga del Senado con muchas modificaciones; más de diez. Por ejemplo, el rechazo de las facultades delegadas, cambios en Bienes Personales, un blanqueo coparticipable, una posible suba del impuesto al tabaco y un Régimen para Grandes Inversiones (RIGI) bastante más limitado, entre otras.