“Ahora nos enteramos que cuando los nenes se portaban mal, les metían la cabeza abajo del agua”, declaró uno de ellos. Nora Balmaceda y Ricardo Rivas, presidenta del Consejo Escolar y secretario de Gobierno, respectivamente, aclararon que es responsabilidad de la Provincia “que no se hayan establecido los controles del caso”. La Presidenta opinó sobre el tema.
“Tenía llantos desgarradores". "Desde hace un tiempo que mi hija se porta de manera extraña, llora todo el tiempo, se pega y se arranca los pelos”. “Últimamente la nena tampoco se dejaba bañar y se volvía loca cuando queríamos enjuagarle la cabeza. Ahora nos enteramos de que cuando los nenes se portaban mal ellas (las docentes) les metían la cabeza abajo del agua, en la pileta del patio". Luego de difundirse la grabación en la que se expusieron los maltratos que recibían sus hijos en el jardín maternal Tribilín de San Isidro, algunos padres salieron a hablar con los medios y éstos fueron algunos de los testimonios vertidos.
Pero no solo fueron ellos los protagonistas del día en la localidad del norte sino también los propios funcionarios del municipio, quienes enseguida salieron a aclarar lo sucedido. Ricardo Rivas, secretario de Gobierno de San Isidro, aseguró que la responsabilidad por no haber “establecido los controles del caso” corre por cuenta de la Dirección provincial de Educación de Gestión Privada (DIPREGEP)". En la improvisada conferencia de prensa, a la que este medio tuvo acceso, el funcionario explicó que el seguimiento de estas situaciones “no es el ámbito del Consejo Escolar, ya que (éste) se refiere a la educación estatal”. Ante este panorama, LaNoticiaWeb intentó comunicarse con el área provincial indicada, pero no obtuvo respuesta alguna.
La titular del Consejo, Nora Balmaceda, agregó por su parte que su área trabaja “en lo administrativo, no así en lo pedagógico”. “No es un problema edilicio sino de personal –se defendió-. No puedo estar interviniendo en un problema de directivos y docentes”.
Acerca de su situación, Rivas afirmó que el jardín se encuentra habilitado desde el punto de vista edilicio y remarcó que “"el resto de las funciones quedan en manos de la autoridad provincial”. Según declaró, en 1998 "los dueños del jardín solicitaron y se otorgó por la municipalidad la habilitación correspondiente para el funcionamiento del jardín y sala maternal”. “En aquella época, (la habilitación) era exclusivamente municipal, restando una parte menor a la parte pedagógica. Al año 2000, la Provincia asume la habilitación en todo sentido, por lo cual la Municipalidad otorga un certificado de localización que consta desde el punto edilicio y la zona de ubicación”, explicó el funcionario. Y resumió sin vueltas: "Que esté abierto y en funcionamiento es área de la Dirección provincial de Educación de Gestión Privada”
Sin embargo, horas antes la inspectora de la DIPREGEP había asegurado que el establecimiento no podía “funcionar como institución educativa". Esto, por cierto, también fue contradicho por el asesor legal de Tribilín, Hernando Sirera, quien además aseveró en declaraciones al canal de noticias TN: "No es el jardín el denunciado, sino las maestras en particular, que ya fueron retiradas".
Por lo pronto, el jardín, ubicado en la calle O’Higgins 591 (Béccar), quedó temporariamente inhabilitado. Del resto, como afirmó Cecilia, la madre de la niña que llevó el Ipod que registró los maltratos al lugar, “se encargará la Justicia”, que ya investiga por "amenazas y lesiones" a los responsables y docentes de la institución.
"TERMINAR CON ESTA ESTIGMATIZACIÓN"
El revuelo provocado por el aberrante suceso llegó hasta las puertas de la Casa Rosada. En el Gran Rex, donde presentó el Plan Nacional Quinquenal de Educación Obligatoria y Formación Docente, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner hizo mención al hecho. "Hablaba con el ministro (Alberto Sileoni) con esto de desmitificar, sobre algún episodio que se conoció hoy, en algún colegio de alguna zona que uno presupone que no pueden pasar determinadas cosas", arrancó sin ahondar en detalles la mandataria.
"Tenemos que terminar con esta estigmatización que muchas veces se hace en muchos distritos, en muchos lugares de tez más oscura o en determinados lugares", pidió. Y concluyó, lapidaria: "Estas costumbres hacen a la condición humana, no al color de piel o la condición social afortunadamente".