
«Hay cosas que no puedo decir que sé de los planes criminales de ellos, de
quienes dirigen hoy la oposición, de los planes para matarme», expresó
Maduro anoche en un contacto telefónico durante el programa de
televisión.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, reveló que puso en situación de alerta a las unidades militares ante la posibilidad de que estén en marcha «planes criminales» para asesinarlo, en medio de la creciente puja de poder entre el chavismo y el antichavismo.
«Hay cosas que no puedo decir que sé de los planes criminales de ellos, de quienes dirigen hoy la oposición, de los plantes para matarme», expresó Maduro anoche en un contacto telefónico durante el programa de televisión del presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello.
Indicó que ante esto puso en «situación de alerta a las unidades militares del país» y pidió «máxima inteligencia y contrainteligencia».
Venezuela atraviesa un recrudecimiento de sus recurrentes crisis políticas desde que el antichavista Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional (AN), el parlamento nacional, jurara como presidente interino del país, en enero último.
Con el reconocimiento de Estados Unidos y más de 100 países, Guaidó exige la renuncia de Maduro y la celebración de nuevas elecciones, por considerar que el líder chavista hizo fraude en las presidenciales de mayo pasado y, por lo tanto, «usurpa» el cargo.
Maduro agregó anoche que el antichavismo es la oposición «más criminal de los últimos 20 años», y reiteró la acusación de que, junto al presidente estadounidense, Donald Trump, está detrás de los recientes apagones en el país, informó la agencia de noticias EFE.
«Venezuela está viviendo la primera guerra de direcciones no convencionales y está demostrando al mundo que es un campo de ensayo de nuevas armas de guerra cibernética, electromagnética y de una nueva estrategia de guerra que no es la invasión directa o el bombardeo a través de misiles», indicó.
Asimismo, señaló que va «avanzando» en el racionamiento eléctrico que se aplica desde el domingo ante los «graves» daños que sufrió el sistema, en alusión a los sabotajes que según el gobierno fueron cometidos contra una central hidroeléctrica.