El ingeniero sigue presionando y exigiendo al Gobierno nacional lugares importantes en la gestión.
Desde el llano, el ex presidente Mauricio Macri sigue jugando políticamente. Y es hoy, el principal responsable de las tensiones que se generan entre el oficialismo de La Libertad Avanza y su principal aliado, el Pro, partido que preside y fundó el ingeniero.
Como se sabe, Macri cuestionó duramente al entorno de Milei porque sienten que el «triángulo de hierro» no cumple con los deseos y pedidos que él reclama. Desde el entorno del líder del PRO salieron este fin de semana a disparar con munición pesada hacia ese sector.
En ese escenario de las declaraciones en off the record que van de una tribu a la otra, y las amenazas sobre lo que podría pasar el año que viene en las elecciones, el vocero presidencial Manuel Adorni, salió a decir de manera provocadora en una entrevista que «para Milei, Macri es un amigo con quien comparten algún plato de milanesas con ensalada cada tanto».
Desde el PRO no tardaron en responder. «Dicen estas cosas y después terminan retrocediendo en chancletas porque una cosa es la narrativa y otra los hechos», opinan y disparan: «una buena manera de juzgar a las personas es cuando piensan que les está yendo bien».
En este contexto, el ingeniero sigue presionando y exigiendo al Gobierno nacional: con la concesión de la hidrovía; con la secretaría de Transporte y con Vialidad –lugares que quisiera ocupar con Guillermo Dietrich y Javier Iguacel– con la Aduana, con la Afip y hasta con la concesión de la represa de Yacyretá.
Vale recordar sus intentos de poner a Cristian Ritondo como presidente de la Cámara de Diputados, algo en lo que fracasó. Sí logró, sin embargo, que Ritondo se siente a negociar cuestiones vinculadas a los parlamentario con Santiago Caputo, pero si bien también le habrían prometido que el líder de la bancada PRO sería el presidente de un interbloque, hasta ahora eso tampoco ocurrió.
«No hay problema en pagar, pero las cosas se pagan lo que valen», se escucha decir a los «libertarios» por los pasillos de Balcarce 50. Es una advertencia por la cual considerar que Macri ya no tiene el apoyo popular que antes ostentan y que él mismo y su entorno piensa que tiene.
Ante esta forma de ningunear al ex presidente desde las filas libertarias, Macri redobla la apuesta, tensa la relación con LLA y piensa incluso en jugar el año que viene como candidato a senador por la Ciudad de Buenos Aires, enfrentando al oficialismo.