
Kicillof y Máximo Kirchner marcharon cada uno por su cuenta. Además, el massismo también se diferenció del kirchnerismo. Una foto que antes era de unidad, este 24 de marzo no lo fue.
Una vez más, la jornada del 24 de marzo por el Día de la Memoria fue el escenario donde el peronismo expuso sus fracturas internas. Dentro del predio que alguna vez fue la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), Máximo Kirchner lanzó una fuerte definición sobre la administración de Javier Milei: «No es un gobierno negacionista. Es un gobierno que reivindica a la dictadura».
Acompañado por referentes de La Cámpora, el dirigente participó de la movilización que más tarde se trasladó hacia la Plaza de Mayo. Allí también se hicieron presentes Axel Kicillof, funcionarios y un grupo de intendentes que marcan distancia de la conducción de Kirchner dentro del peronismo provincial.
La marcha inició en la avenida del Libertador con Máximo Kirchner rodeado de intendentes que le responden directamente, como Mayra Mendoza (Quilmes) y Julián Álvarez (Lanús), además de otros con gran afinidad como Federico Otermin (Lomas de Zamora), Mariel Fernández (Moreno) y Gustavo Menéndez (Merlo). Entre los presentes también se encontraban Gastón Granados (Ezeiza) y Federico Achaval (Pilar), dirigentes que han estrechado lazos con el kirchnerismo en los últimos tiempos.

La figura de Emilio Pérsico, referente del Movimiento Evita, tampoco pasó desapercibida. Mientras tanto, dirigentes alineados con Kicillof, como el ministro de Obras Públicas bonaerense, Gabriel Katopodis, movilizaron desde sus distritos y viajaron en tren hacia la Ciudad de Buenos Aires. En las cercanías de la Plaza de Mayo también se hizo presente Pablo Moyano, dirigente sindical y una de las pocas figuras no alineadas en la disputa interna del peronismo bonaerense. «Cuando lo dije en diciembre, casi me trataron como a Bin Laden. Lo importante es estar en la calle. En su momento algunos creyeron que no era el momento, pero lo esencial es esto, movilizarse», expresó.
Las diferencias en el peronismo y la pulseada por las PASO
Otra columna que se diferenció del kirchnerismo fue la del Frente Renovador, encabezada por Malena Galmarini. «Los pueblos sin memoria están condenados a repetir los hechos más terribles de su historia. Hoy marchamos en ejercicio de esa memoria, para demostrar que quienes intentan reescribir la historia desde la Casa Rosada no podrán hacerlo», afirmó el espacio político fundado por Sergio Massa.

El propio exministro de Economía recurrió a la red X para difundir la consigna “Hoy, más que nunca, nunca más». Massa, de hecho, busca tender puentes entre el kirchnerismo y Kicillof en un contexto de tensiones dentro del PJ bonaerense. En ese sentido, el próximo jueves será clave, ya que la Legislatura provincial debatirá un proyecto para suspender las PASO en territorio bonaerense.
La semana pasada, una iniciativa impulsada por el gobernador fracasó por la falta de apoyo de kirchneristas y massistas, pero según fuentes consultadas, ahora habría consenso entre los tres sectores, salvo que se produzca un nuevo quiebre de último momento.
Más allá de sus diferencias, kirchneristas y kicillofistas coincidieron en apuntar contra el oficialismo y lo que consideran una «batalla cultural” promovida por el gobierno de Milei. Kicillof expresó su descontento con la difusión de un video oficial y subrayó: «Mientras el Gobierno nacional lanza un material que no está a la altura de un documento oficial, hay una multitud que, de manera pacífica, reafirma que son 30.000 los desaparecidos». Además, vinculó el pasado con el presente al afirmar que la dictadura “trató de imponer un modelo económico muy similar al que busca implementar Milei”.
Si bien en años anteriores, como en la marcha del 24 de marzo de 2022, Kirchner y Kicillof compartieron espacio, esta vez optaron por mantenerse separados, rodeados de sus respectivos seguidores. La posibilidad de una reconciliación entre ambos no se visibilizó en esta jornada, lo que refuerza la incertidumbre sobre el futuro de la unidad dentro del peronismo.