Néstor Kirchner está decidido a volver a ser Presidente de la Nación. El año próximo comenzará a caminar las provincias sin recostarse demasiado sobre el PJ. Los intendentes quedarán en segundo lugar y vuelve la transversalidad con movimientos sociales y piqueteros. Cristina dice que “hay que gobernar ahora”.
El verano encontrará a Néstor Kirchner en plena actividad. Seguramente como Diputado Nacional, luego del recambio parlamentario el 10 de diciembre, el ex presidente va a caminar la provincia de Buenos Aires a partir de enero y con miras a las elecciones presidenciales del 2011. Los movimientos sociales, la CGT de Moyano y los funcionarios más fieles ya saben que el patagónico es la única alternativa para el oficialismo.
Kirchner sondeó el terreno y ya decidió que no va a poyarse en la estructura del PJ. La estrategia fue fallida en las pasadas elecciones y volverá al esquema de la transversalidad del 2003, con piqueteros, movimientos sociales y pequeños espacios de centroizquierda. De Vido será el armador a nivel nacional y hasta puede reeditarse Compromiso K.
A pesar de que asumiría su banca de diputado, el trabajo legislativo quedaría en segundo plano. Antes, Kirchner estará en Chubut apoyando a la línea interna que quiere ganarle espacio al gobernador Das Neves, un seguro rival en el 2011.
Los últimos “triunfos” del kirchnerismo –el fútbol por la Televisión Abierta, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, el envío del proyecto que buscará una reforma política, y la asignación universal por hijo– fueron para Néstor el combustible necesario para tomar la decisión de participar en la interna.
Algunos sondeos dicen que la intención de voto de Kirchner es aún más baja que lo conseguido el 28 de junio. En el seno interno creen que el rival a vencer es Macri. Aún no consideran que Duhalde sea una amenaza y piensan que Cobos está en franco descenso. A Solá, De Narváez y Carrió los ningunean.
FORTALECER LA GESTIÓN
Luego de la derrota en las urnas, alguien en el kirchnerismo pensó con mesura y lanzó la idea de fortalecer la gestión de Cristina Fernández, dar muestras de gobernabilidad tomando medidas firmes en torno a temas de relevancia. El escenario cambió, la derrota no debilitó como se esperaba, y la oposición no canalizó el voto de las legislativas.
En relación a los intendentes, Kirchner no quiere relacionarse nuevamente con ellos. Saben que, como siempre suele suceder, un año antes de las elecciones los jefes comunales bajaran los humos y desfilarán por Olivos pidiendo espacios. También sabe el ex presidente que, a la larga, la billetera los domina. “Van a tener que venir a tocar la puerta”, piensan en el seno interno. Cuando eso suceda, deberán ponerse en la cola y conformarse con lo que haya para ofrecer.
CRISTINA TIENE SUS REPAROS
“Kirchner 2011 es como `2001: odisea del espacio´, es una película de ficción”, dijo Cristina Kirchner en una entrevista con CNN en Español, dos días después de ganar las elecciones en octubre de 2007. La ficción ahora parece convertirse en realidad.
A la presidenta no le cae simpática la idea de un “Néstor salvador”. Esta estrategia del pingüino conspira contra su gestión, algo que viene sucediendo desde el mismo momento en que asumió Cristina. Todas las medidas que tomó el ex mandatario desde las sombras produjeron un efecto negativo. Además, nadie la consulto sobre sus intenciones de un posible segundo mandato.
Cristina no participa de la estrategia 2011. Cada vez que alguien saca el tema ella corta por lo sano y dice que “hay que gobernar ahora”.