
El concejal radical de San Isidro dijo que espera que las internas traigan una verdadera renovación, con los cuadros que se forjan desde los municipios. Ve como una buena noticia la posible candidatura de Vázquez Pol en el distrito y espera que el possismo tenga la generosidad de ceder en la negociación para conformar la Mesa partidaria.
El viernes 7 de mayo cierra la inscripción de listas para la interna del radicalismo que elegirá el nuevo Comité de Provincia, de distrito, y los subcomités en San Isidro. El concejal Jorge Álvarez, dialogó con La Noticia Web y expresó el firme deseo que se trabaje por una verdadera renovación.
Faltan pocas horas para cerrar la lista para las internas del radicalismo, ¿ya está definido quién va a ser el candidato?
No. Creo que lo que tenemos definido es la construcción de un perfil, que se asemeje a un modelo de radicalismo que queremos, que tenga que ver más con el futuro que con el pasado, que permita construir una nueva etapa donde se fusionen dos corrientes históricas: la de carácter local, con un caudillo de la talla de Melchor Posse, y otro más asociado a los movimientos nacionales como Renovación y Cambio y la Junta Coordinadora Nacional. Podemos construir una nueva etapa que no renuncie a su historia, pero que se anime a construir un futuro, su propio proyecto y relato, y que deje de lado a las viejas peleas. Hay que tener en claro que existe toda una generación del radicalismo, en sus distintas vertientes, en estos últimos años, que está en condiciones de asumir nuevos espacios. Estamos poniéndonos de acuerdo en ese perfil y en las personas que pueden representar esa síntesis.
Usted habla de nuevos perfiles y nosotros en La Noticia Web publicamos que el joven Martín Vázquez Pol es quien tiene más posibilidades en este espacio. ¿Cuál es su opinión?
Soy muy cauteloso con dar nombres, para no manosearlo. En el caso del doctor Vázquez Pol nos une una amistad de muchos años y caminos comunes. Quiero ser prudente con los nombres. Y sería una muy buena noticia que él sea la persona elegida. Creo que reúne claramente las condiciones de lo que queremos generar. Pero insisto en que no es momento de dar nombres.
¿La composición de la Mesa, el presidente, vicepresidente, secretario y tesorero, va a quedar para Posse o su sector podrá ubicar a alguien?
Forma parte de estos días de negociación. Tenemos la aspiración legítima de sumar nuestra voz en la mesa chica de la conducción partidaria. Creo que sería una respuesta generosa del oficialismo de San Isidro, atento a la disposición que nosotros hemos tenido en otros órdenes, puntualmente en la Provincia de Buenos Aires, con los sectores del radicalismo que migraron o no estaban afectados a la vida interna partidaria. Esperamos una consideración. En términos futbolísticos: nosotros tiramos una pared, y esperamos que no nos devuelvan un ladrillo. O bien: nosotros hablamos de política y esperamos que no nos respondan con el aparato.
¿Esto del aparato tiene que ver con el nuevo radicalismo y el viejo radicalismo?
Claro. Creo que hay un desafío, que no es solo de San isidro sino que de toda la provincia de Buenos Aires, que es configurar un radicalismo que esté acorde a estos tiempos. Debe tener un diagnostico claro sobre a quién aspira a representar, conocer las condiciones de vida de esos sectores, y finalmente hacer acciones políticas en este sentido. Nosotros vamos a una interna donde un sector se autoproclama la renovación, pero no pone en discusión el paradigma del radicalismo bonaerense de los últimos 20 años. La discusión sobre la renovación no es saber si determinado dirigente está o no, sino que se da afuera del radicalismo. Es una discusión programática sobre a quién representamos y cómo. Por ejemplo, ciertos dirigentes del partido hablan hasta el hartazgo de la defensa de la Educación Pública, y sin embargo llevan a sus hijos a una escuela privada. Es muy fácil llenarse la boca. Eso es una discusión altamente política. No es un tema individual. No podemos aspirar a representar a los sectores medios que mayoritariamente mandan a sus hijos a escuelas privadas, y tener un discurso negando esta realidad. Eso demuestra que no hay conocimiento. Hay sectores que se autoproclaman renovadores y nada dicen de esta realidad. Es necesario separar la paja del trigo y llamar a las cosas por su nombre.
¿Después de la interna imagina un proyecto donde vencedores y perdedores puedan estar unidos en un proyecto de cara al 2011? ¿O puede haber fugas como en elecciones pasadas?
Creo que eso no va a suceder. Igual hay un problema intestino en el radicalismo que es estructural, hay quienes apetecen el poder y hay quienes lo aborrecen. Entre los que apetecen el poder estamos los que entendemos que el radicalismo necesita una renovación programática y una unidad estratégica. Entre los que aborrecen el poder están los que quieren seguir interminablemente en la interna radical, hasta el cansancio, y consideran la interna como un fin en si mismo. Yo apuesto y tengo la esperanza de que el 7 de junio empieza una nueva etapa en el radicalismo, que va a profundizar una renovación que se viene dando desde los distritos, y que Eduardo Santín representa con la mayor claridad por sobre las demás ofertas electorales.