
El sospechoso condujo una camioneta negra frente a la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y mostró a un oficial lo que parecía un detonador de mano. Luego se entregó.
El Capitolio de Estados Unidos tuvo que ser evacuado este jueves por una amenaza de bomba. Según informó el jefe de policía del Capitolio, Tom Manger, el operativo comenzó luego de que un hombre estacionado con una camioneta en los alrededores del Congreso asegurara que tenía explosivos dentro del vehículo.
El sospechoso, identificado como Floyd Ray Roseberry, de 49 años, se entregó a la policía tras horas de negociaciones. El recuerdo del violento asalto al Capitolio del 6 de enero, por parte de seguidores de Donald Trump, está muy vívido.
La amenaza en vivo por redes sociales
El hombre que parecía ser el sospechoso transmitió en Facebook Live una serie de amenazas incoherentes y pidió hablar con el presidente Joe Biden.
«Estoy tratando de hablar con Joe Biden por teléfono. Estoy estacionado aquí en la vereda justo al lado de todas estas cosas bonitas», dijo.
«No voy a lastimar a nadie, Joe. No voy a apretar el gatillo de esta cosa. No puedo», apuntó, pero advirtió: «Te lo digo, si los francotiradores (…) empiezan a disparar por esta ventana, esta bomba explota».
Más tarde arremetió contra el partido de Biden, diciendo: «¿Todos saben lo que están haciendo, demócratas? Están matando a Estados Unidos».
El sitio especializado SITE, que monitorea a las organizaciones supremacistas blancas y yihadistas, dijo que la actividad de Roseberry en las redes sociales sugería que es parte del movimiento MAGA, acrónimo de «Haz que Estados Unidos vuelva a ser grande otra vez», eslogan del expresidente republicano Donald Trump.
El director de comunicaciones de políticas de Facebook, Andy Stone, dijo que el perfil donde estaba el streaming había sido eliminado y que se estaba investigando el incidente.
Manger se negó a identificar al hombre o dar otros detalles y señaló que por el momento se desconocen las motivaciones del sospechoso.
El Capitolio -actualmente en receso por vacaciones de verano boreal- está bajo fuertes medidas de seguridad desde el mortal asalto el 6 de enero por parte de partidarios del expresidente republicano Donald Trump, que buscaban evitar la certificación de la elección de Biden.
Y el 2 de abril, un agente de policía murió y otro resultó herido cuando un joven embistió con su coche un puesto de control que protegía la entrada, antes de ser abatido.