A partir del resultado de los comicios, el intendente volvería a ponerse al frente de una candidatura en 2011. Pase de facturas por deslealtades y peleas internas. La oposición, entre la falta de unidad y el pase a las filas oficialistas.
Como en la mayoría de los municipios, en Tres de Febrero hay un antes y un después a partir del 28 de junio. Con la magra victoria electoral del oficialismo, que con el 35% obtuvo cinco concejales, cuando puso en juego ocho bancas, Hugo Curto revitalizó sus aspiraciones ejecutivas y sería descontada su candidatura en 2011.
Previamente, muchos funcionarios estaban entusiasmados con la sucesión, y ya había declarada una especie de “guerra” de posibles postulantes. Con el enojo del jefe comunal por el pobre rendimiento en barrios como Pablo Podestá y por la intervención de soldados de su tropa en el armado del “colorado”, pocos imaginan hoy un cambio de mando.
La campaña curtista estuvo en manos de Víctor Olmedo, influyente secretario de Obras y Servicios Públicos, y Héctor Chaves, secretario de Cultura y Deportes; la dupla no sólo cometió notables desinteligencias en el área comunicacional, sino que “ninguneó” a unos cuantos.
Uno de los dirigentes hecho a un lado fue el presidente del Concejo Deliberante, Agustín Ciorciari, que el 28 a la noche fue como el Ave Fénix. Sin embargo, como cambió el panorama firmó la tregua con el pope del tercer piso.
CADA CUAL ATIENDE SU JUEGO
Tal como ocurre con Kirchner, el oficialismo evita la autocrítica, aunque existen matices en las bases; por lo bajo dicen que para algunos “acá no pasó nada”, pero intuyen que está más cerca el final de un ciclo, y en Tres de Febrero podría pasar como con sus vecinos San Martín y Morón donde el justicialismo fue desplazado del Ejecutivo.
Pero, para que eso ocurra tiene que haber alguna fuerza de oposición homogénea, cosa muy lejana por estos días. El Acuerdo Cívico y Social, por culpa de las colectoras, hizo una votación local para el olvido; distinto fue el caso de Unión Pro, las dos variantes que se presentaron sumaron 30 puntos y consiguieron 4 bancas.
Sin embargo, los pro peronistas están todos divididos. Por un lado, en la sesión del viernes 14 de agosto – después de un notable receso – será presentado el nuevo bloque de Unión Pro, integrado por el reelecto Luis Martinelli, Estela Locane y Carlos Toniollo. Cabe destacar que hay gestiones para aunar criterios con Nora Custodio (flamante Unión por los Vecinos) y con la Coalición Cívica, si superan los resquemores entre sus pares.
Por otro lado habrá que ver la postura adoptada cuando asuman Diego Achilli y Lucía Britos, que a pesar de que fueron en boletas diferentes ambos son reticentes a dialogar con Martinelli. Además hay suspicacias en torno a las bancas del panadero Ricardo Oronell y del reemplazante de la macrista Soledad Martínez, que asumirá en diciembre como diputada. En ambos casos habría una pronunciada inclinación oficialista.
Por Elisa Rossi