Gabriel Brazenas, árbitro de fútbol, fue designado por Mauricio Macri en diciembre de 2007 como gerente del Instituto de la Vivienda (IVC) de la ciudad de Buenos Aires.
De viernes a domingo, es árbitro. De lunes a viernes, funcionario porteño. Gabriel Brazenas, el juez que determinó este domingo la suspensión del partido que River le ganaba a San Martín de San Juan (3-2), debido a la lluvia, fue designado en diciembre último como gerente del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC), un ente autárquico del Gobierno porteño que encabeza Mauricio Macri, curiosamente reasumido la semana pasada como presidente de Boca.
Brazenas fue designado por acta Nº 2318/07 como gerente coordinador de la Unidad de Administración de Beneficiarios del IVC, cuya función es la de adjudicar viviendas a los ciudadanos de menores recursos, administrar consorcios de propiedades del IVC que todavía no han sido escrituradas y regularizar la situación de quienes están pagando sus créditos en el IVC.
La carrera administrativa del ex juez internacional -este año fue dado de baja por el Colegio de Árbitros- no es nueva, aunque sí su vinculación con el macrismo. En 1989, comenzó a desempeñarse como empleado del Tribunal de Cuentas de la Nación, que luego fue reestructurado por una ley. Entonces, fue reasignado a la Auditoría General de la Nación, donde permaneció hasta el año 2000, cuando se acogió al retiro voluntario.
En enero de 2007, se sometió a un concurso para reingresar a la administración pública, aunque esta vez en el ámbito porteño, donde fue incorporado en mayo a la planta permanente de la Auditoría General de la Ciudad (AGC).
“Cuando decidí retirarme, fue porque era árbitro internacional y no me daban los tiempos para cumplir, de una manera profesional, con las dos cosas. Entonces debí esperar para volver, porque la ley estipula que deben pasar al menos cinco años”, explicó Brazenas.
En diciembre del año pasado, fue nombrado en su actual función dentro del IVC, por lo que solicitó una licencia “por cargo de mayor jerarquía” en la AGC. Curiosamente, el árbitro que este domingo dirigió a River, en el estadio Monumental, pertenece ahora a la gestión de Mauricio Macri, quien por un fallo de la Inspección General de Justicia reasumió la semana pasada como presidente de Boca, histórico rival del conjunto millonario.
“Son contingencias... Yo debo cumplir mi función con total profesionalidad, tanto en el organismo como dentro del arbitraje. Es lo que sé hacer desde hace años: la gestión pública y dirigir. Después, cada quien puede opinar lo que quiera”, manifestó Brazenas durante una charla con la agencia Télam.
- ¿Puede dirigir a Boca, teniendo en cuenta que su jefe político es Macri?
- ¿Por qué no? Puedo dirigir a Boca, River, Independiente, Argentinos Juniors… Mi hermano trabaja en el sector de Seguridad de River y sin embargo el domingo, cuando tuve que cobrar un penal a favor de San Martín de San Juan, lo hice. Yo cumplo mi función los domingos y puedo apoyar una gestión, desde lo administrativo, los días de semana. No veo el inconveniente.
- ¿Pero no es incompatible o poco ético?
- Si la AFA considera que soy un inconveniente, ellos pueden evitar designarme y no puedo negarme a su decisión. Tengo un contrato y debo aceptar los partidos que me toquen. Pero si no puedo dirigir a Boca, tampoco puedo dirigir a River. Cada quien puede pensar lo que quiera, yo sé que tengo que cumplir mi labor con profesionalismo.
- ¿Por qué dejó de ser juez internacional?
- Es una determinación que tomó el Colegio de Árbitros. Ellos tienen la facultad de hacerlo, así que también debo aceptarlo.