Ante la 71ª Asamblea General de las Naciones Unidas, disertó durante 15 minutos. Predominio de la agenda extranjera. Destacó las virtudes del cambio de gobierno y los objetivos de su gestión en Argentina.
Mauricio Macri brindó su primer discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. Poco más de 15 minutos duró su alocución. Con un predominio de la agenda extranjera, destacó las virtudes del cambio de gobierno en la Argentina y, mediante los slogans que repitió en campaña, dio cuenta de los objetivos de su gestión.
En plano internacional se destacó el pedido de “diálogo” al Reino Unido por la soberanía de las Islas Malvinas. Instó a alcanzar una “solución amigable”. Cabe recordar que la ONU resolvió hace un tiempo obligar a los británicos a sentarse a discutir sobre el conflicto. También las declaraciones, en el plano local, se dan luego del polémico comunicado de ambos países en el que se comprometieron a dialogar; pero por vuelos, pesca y petróleo de las islas.
Dedicó un breve apartado al atentado a la AMIA. Sin nombrar a Irán y su presunta responsabilidad, se limitó a pedir “más colaboración de la comunidad internacional para encontrar a los culpables”.
Además, sin detallar números, enfatizó que Argentina “va a ampliar la recepción de refugiados” de origen sirio a la que el país accedió hace pocos meses.
No olvidó realizar contundente resplado a su actual canciller y aspirante a conducir la ONU en lugar de Ban Ki-moon, Susana Malcorra. “Quiero agradecer su apoyo. Una mujer al frente de la organización sería un ejemplo alentador”, destacó.
En el plano nacional hizo foco en los que han sido sus slogans de campaña; actualmente, metas de gestión. Instó a lograr “pobreza cero” a fin de lograr un país con igualdad de oportunidades y que cada argentino pueda desarrollar su potencial”. “En un país como el nuestro, que es una potencia productora de alimentos, no se puede aceptar que haya gente pasando hambre" agregó.
Le siguió la lucha y “derrota del narcotráfico”. En este punto, destacó que se trata de un objetivo alineado con la comunidad internacional. En tanto, en reiteradas ocasiones instó al “diálogo” y la “unión”. No sólo de los argentinos, sino de todos los miembros del mundo.
Por último, como en la reunión de la fundación de Bill Clinton ante empresarios, volvió a hacer gala de la “apuesta ambiciosa en la producción de energías renovables”. Además, indicó el problema de la inflación pero que, con números que muestran una cierta baja, se mostró "optimista” en la actualidad. En este sentido, destacó que su gestión haya “elegido el camino” de “hablar con la verdad”.
En la banca de Argentina estuvieron presentes y lo escucharon el Jefe de Gabinete, Marcos Peña; la canciller, Susana Malcorra; el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó; el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo; el embajador argentino en Washington, Martín Lousteau, entre otros.