GIMNASIA 3-0 ATLÉTICO RAFAELA

La mitad de La Plata está de fiesta. Gimnasia, al fin, tuvo una alegría. Y de aquellas que quedarán grabadas por siempre. Una hazaña inexplicable.

El Lobo debía revertir el 0-3 recibido en Rafaela ante Atlético, algo que parecía muy pero muy difícil, para seguir en Primera. De no ser así, se iría a la B Nacional.

Pero no, el equipo de Madelón, que hizo una buena campaña en el Clausura, pudo más. Y está bien porque no merecía ese triste final. Y ahora es pura alegría. Si bien no tuvo un buen nivel de juego, puso toda su jerarquía de equipo de Primera y en el segundo tiempo apabulló a la visita y se quedó con tres goles que valen oro.

El primer tiempo había sido todo de la Crema, que contó con tres chances claras de gol, pero no pudo convertirlas; las manos de Sessa los negaron. En el segundo tiempo, el Lobo seguía dormido. Pero hubo un error y un gol que lo despertó. Centro del ingresado Pampa Sosa, no pudo retener el arquero Darío Capogrosso, quien tuvo una tarde de esas nefastas, y Alonso facturó.

Esto abrió una puerta para la ilusión. Y el local la convirtió en realidad. A pesar de sufrir las expulsiones de dos líderes, como Teté González y el Pampa Sosa (también fue expuslado Gil en Rafaela), siguió yendo al frente. Y Madelón mandó a la cancha al as que tenía guardado en su manga: el chiquitín, veloz y cabeceador Franco Niell, quien se puso el traje de súperheroe y ahora merece una estatua.

Clavó a los 44 del ST un cabezazo luego de un centro de Cuevas al segundo palo que nadie pudo contener para extender la esperanza. Y, con la misma fórmula del 2-0, repitió a los 46 minutos (Collado había dado 5 minutos adicionales) un gol calcado y llevó a Gimnasia a la gloria de decretar una de las grandes hazañas del fútbol argentino contemporáneo.

CENTRAL 1-1 BELGRANO

Rosario Central logró la permanencia en primera división al empatar 1 a 1 como local ante Belgrano, de Córdoba, sacando ventaja de la victoria obtenida como visitante el miércoles pasado por 1 a 0, aunque sin evidenciar superioridad alguna sobre el equipo proveniente de la B Nacional.

Los visitantes se pusieron en ventaja a los 37 minutos del primer tiempo por intermedio del volante Juan Carlos Maldonado e igualó 60 segundos más tarde el delantero Emilio Zelaya para los auriazules.

El desarrollo del primer tiempo encontró a ambos equipos aferrados a sus necesidades, con lo que el juego fue anodino y sin llegadas, ya que Rosario Central no quería arriesgar la ventaja obtenida en Córdoba y Belgrano no tenía recursos futbolísticos como para quebrar a su rival.

El primer tiempo se extinguió entonces tal como había empezado 45 minutos antes, con ambos equipo sumergidos en las mismas necesidades.

Y en el complemento no hubo cambios sustanciales en el desarrollo, más allá de que durante varios pasajes el local se metió demasiado atrás, como temeroso de que la historia del partido pudiera jugarle una mala pasada.

Y esto, ante las limitaciones observadas por Belgrano, un equipo que terminó cuarto en el campeonato de la Primera B Nacional, no resultó muy alentador para sus 36.000 hinchas, que al final pudieron festejar, pero se fueron preocupados por lo que vendrá.

Es que Gimnasia, que previamente se salvó del descenso milagrosamente al vencer a Atlético de Rafaela, iniciará la temporada 2009-2010 diez puntos por encima de los rosarinos en la tabla de promedios, con lo que el sufrimiento se prolongará a todo ese período.