Lo anunció en la Casa Rosada, en su primer mensaje tras los cacerolazos del lunes. Dijo que buscaba darle "mayor institucionalidad" al esquema cuestionado por los ruralistas. También reclamó "que la Justicia intervenga cuando un estanciero corta las rutas o genera desabastecimiento".
El Gobierno enviará al Congreso un proyecto de ley para que el esquema de retenciones móviles sea debatido y, si todo resulta como el oficialismo espera, tenga aval legislativo y sume consenso institucional. Lo anunció la presidenta Cristina Kirchner, al hablar en cadena nacional durante un acto en homenaje a las víctimas de los bombardeos en Plaza de Mayo en 1955.
"La democracia se defiende con más democracia y la institucionalidad se defiende con más instituciones. Voy a enviar al Parlamento un proyecto de ley, por si no basta con esta Presidenta, que obtuvo el 46 por ciento de los votos", planteó Cristina en su discurso, el primero desde que comenzó la nueva escalada del conflicto con el campo, el sábado, con la detención de productores rurales sobre la ruta, en Gualeguaychú.
La nueva jugada oficial en la disputa, que ya lleva casi 100 días, parece responder al llamado que el vicepresidente Julio Cobos hizo durante el fin de semana, cuando por carta había reclamado darle participación al Congreso en la búsqueda de una solución.
Justamente con el vicepresidente a un costado, la mandataria respaldó de cualquier manera la vigencia de la resolución con la que, de acuerdo al Código Aduanero, se instaló el nuevo esquema de retenciones, el 11 de marzo.
En el Congreso, el oficialismo tiene mayoría en las dos Cámaras, aunque habrá que ver cómo responden los legisladores kirchneristas de las provincias a la doble presión a la que seguramente serán sometidos: por un lado, la de la Casa Rosada para que se avale sin cambiar una coma la decisión oficial; por el otro, la de sus votantes enrolados en la causa ruralista.
Para las entidades rurales, la Presidenta esbozó solapadamente dos vías de acción: una judicial y una electoral. "Los ciudadanos que están en desacuerdo puedan recurrir a la Justicia, pero si quieren cambiar el modelo del país deben organizar un partido, presentarse a elecciones y ganarlas", sostuvo.
Y no se privó de críticas, aunque el tono de su discurso fue moderado. "Nos merecemos una democracia donde los que gobiernen sean los que están aquí o en el Parlamento. No quiero una democracia corporativa, donde se gobierne desde la Sociedad Rural, con cacerolas o bocinas", lanzó.
También hubo una suerte de reclamo a la Justicia para que actúe en los cortes de ruta que se muestran por decenas –ya sea de transportistas como de ruralistas- en varios puntos del país. "Aún nos falta mucho para lograr una Justicia que sea igual para todos. No quiero vivir en un país donde me digan que puedo llevar o a donde puedo llegar. Y si alguien no me deja, que haya un fiscal o un juez que me permita transitar libremente".
Como en tiempos de campaña, con esta iniciativa Cristina Kirchner volvió a hablar de "calidad institucional". Y se encargó de destacar que en siete meses de gestión no firmó hasta ahora ningún Decreto de Necesidad y Urgencia. En ese tramo del discurso miró al ex presidente Néstor Kirchner, sentado a un costado junto con buena parte del Gabinete y varios gobernadores, y reseñó las críticas que había recibido por el uso de esas herramientas. Y reiteró una de sus frases del comienzo: "La democracia se defiende con más democracia y las instituciones se defienden con más instituciones".