
Rumores de crisis en el Ministerio de Capital Humano. La ausencia de Pettovello aviva las especulaciones sobre su futuro, mientras Milei la respalda públicamente. La posible influencia de Karina Milei y Lule Menem en el conflicto suma tensión en el gobierno y entre los libertarios. Además, la OEI busca desligarse de un tipo particular de acuerdo que desafía sus protocolos de transparencia.
En medio del tumulto político que afectó la estructura del Ministerio de Capital Humano, una organización internacional se vio envuelta en una controversia por supuestas contrataciones irregulares. Esta organización es la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI). Con sede en Madrid, la OEI opera en más de 20 países hispanohablantes a través de convenios específicos, siempre centrados en los pilares que su nombre indica.
En algunos de estos países, actúa como una entidad de «crédito«, proporcionando fondos para ciertos programas. En otros, recibe recursos de los Estados para facilitar contrataciones, asesorías o licitaciones. La intención detrás de estos convenios es que el organismo pueda complementar y mejorar la eficiencia de los Estados en proyectos o cuestiones específicas.
La controversia surgió en relación al segundo tipo de convenio: se sospecha que algunos de los contratos realizados por la OEI en colaboración con Capital Humano son una fachada y se utilizan para recaudar fondos con fines políticos.
A través del exsecretario de Niñez, Adolescencia y Familia, Pablo de la Torre, Capital Humano fortaleció un convenio heredado del antiguo Ministerio de Desarrollo Social. Firmaron un desembolso de más de mil millones de pesos para contratar profesionales externos. Es decir, los fondos fueron proporcionados por el Estado, pero las contrataciones las realizó la OEI, siempre dirigidas por el Ministerio.
En el país, según un comunicado reciente, la OEI tiene programas en más de 20 provincias, para los cuales destina cerca de 6000 millones de pesos. En estos convenios, es la OEI quien financia al Estado argentino.
Las fuentes de financiamiento del organismo son diversas: el Banco Interamericano de Desarrollo, la Unesco, Naciones Unidas, entre otras. También se financia a través de las cuotas de sus países miembros y del 5% que se carga en concepto de «gastos administrativos» a todos los convenios con los Estados. «La OEI tiene un 99% de cosas bien hechas, con impacto social en los países en los que opera», señala una fuente del sector.
Un tipo particular de convenio parece desafiar los mecanismos de transparencia internacional del organismo: la contratación por «cuenta y orden de terceros». “No controlan nada”, sostiene un veterano del Ministerio, refiriéndose a la falta de supervisión de la OEI sobre los contratados. En realidad, esa tarea no le corresponde. Según el reglamento interno, la OEI solo se «limitará a abonar los honorarios correspondientes a los prestadores» de servicios.
Esta fue la línea del descargo del organismo cuando surgió la polémica: “En relación con la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, la OEI llevó a cabo la contratación de prestadores para diversas funciones solicitadas por dicha dependencia. La selección de perfiles corresponde exclusivamente a la Secretaría, mientras que la OEI se limita a ejecutar las decisiones y procedimientos establecidos por esta”, se afirmaba en el comunicado. Una versión ligeramente distinta a la explicación que dieron fuentes oficiales del organismo, quienes indicaron que el organismo procuraba que los perfiles de los elegidos estuvieran alineados con las tareas a desarrollar.
En este caliente contexto, Sandra Pettovello faltó a la reunión de gabinete, lo que avivó los rumores de un enfrentamiento con Karina Milei.
La ministra fue la única ausente en la reunión que, después de varias semanas, volvió a encabezar Javier Milei. El presidente había dejado de asistir a estos encuentros porque no quería encontrarse con Nicolás Posse. Con Guillermo Francos como nuevo jefe de gabinete, Milei retomó su participación y hasta permitió que se difundiera una foto, algo que no ocurría desde hacía meses.
Anoche, los rumores sobre la posible salida de la ministra crecieron considerablemente, aunque el gobierno los negó.
Después de su ausencia, Milei apareció en la conferencia de Adorni, algo inédito hasta entonces, y respaldó a su amiga: «es la mejor ministra de la historia«. Al ser consultado sobre los motivos de la ausencia de Pettovello, el portavoz no ofreció una respuesta clara: «tenía un tema de agenda, estaba terminando con las cuestiones judiciales de las denuncias que se están presentando. No empiecen con las especulaciones».
La ausencia de Pettovello es especialmente significativa, ya que ocurre después de dos días de un intenso esfuerzo de Milei por respaldarla. El presidente la apoyó públicamente en Twitter, instruyó a todos sus ministros para que hicieran lo mismo, la visitó en sus oficinas y difundió una foto abrazándola efusivamente durante la asunción de Francos.
Sin embargo, en la realidad, los rumores de una crisis entre Pettovello y Karina Milei no cesan. Dentro del gobierno sospechan que Lule Menem, mano derecha de la secretaria general de la presidencia, está detrás de las maniobras contra la ministra y desató el escándalo.
Decir Lule Menem es prácticamente hablar de Karina, lo que podría desencadenar una crisis importante en el corazón del poder. Milei defiende firmemente a Pettovello y teme que renuncie debido al escándalo.
Una fuente del oficialismo admitió que Karina habilitó a Lule a avanzar contra Pettovello y que no se trata de una iniciativa individual del riojano.
Esta hipótesis gana fuerza porque Lule está en conflicto por el armado territorial de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires con los hermanos De la Torre y «la banda de San Miguel», que hasta ahora controlaban la llegada de Libertad Avanza al Conurbano. Por lo tanto, entre los libertarios sospechan que Lule maniobró para socavar el armado de la banda de San Miguel.